ADIÓS AL CIGARRILLO
Los diez consejos de los psicólogos para dejar de fumar
Por salud, por la familia o por el bolsillo, nunca habrá mejor momento para dejar de fumar que ahora mismo.
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Dejar de fumar es difícil. Eso ya lo saben los que lo han intentado al menos una vez. Las razones para dejarlo pueden ser diferentes, pero hay punto en común entre los exfumadores: abandonar este hábito fue lo más difícil que han hecho en sus vidas.
Sin embargo, millones de personas han sido capaces de hacerlo y, según los expertos, con las herramientas necesarias cualquier persona que se lo proponga puede hacerlo. Hablamos con los psicólogos de GrupoLaberinto para definir 10 claves fundamentales para dejar de fumar de manera definitiva. Empieza el viaje.
1. Encuentra una razón. Pero encuéntrala de verdad. Para motivarte vas a necesitar una razón poderosa y personal si de quieres conseguir dejar de fumar. Puede ser proteger a la familia del humo, reducir las posibilidades de padecer cáncer de pulmón, enfermedades cardíacas u otras afecciones o incluso verte y sentirte más joven. “Es importante elegir una razón que sea lo suficientemente fuerte como para superar las ganas de fumar”, recomiendan los terapeutas.
2. Prepárate para pasar a la acción. Fumar es una adicción. El cerebro está enganchado a la nicotina y, sin ella, vas a sufrir el síndrome de abstinencia. Cuanto antes te hagas a la idea, mejor. “Es importante buscar apoyo con antelación, la de un profesional que te ayude a estar preparado para el día que decidas dejarlo”.
3. Apóyate en tus seres queridos. Informa a amigos, familia y otras personas cercanas a ti de que estás intentando dejar de fumar. Estas personas van a ser tu gran apoyo para seguir adelante, especialmente cuando sientas la tentación de encender un cigarrillo.
4. Evita el alcohol y otros vicios. “Cuando se bebe, es más difícil mantener el objetivo de no fumar. Asimismo, si se suele fumar tomando café, puede sustituirse por té durante unas semanas. Si se fuma después de las comidas, se debe buscar otra cosa que hacer en su lugar, como lavarse los dientes, dar un paseo o masticar chicle”, aconseja el gabinete psicológico GrupoLaberinto.
5. Limpia la casa. Esto es más importante de lo que parece. Cuando te hayas fumado el último cigarrillo, tienes que deshacerte de todos los ceniceros y mecheros, lavar la ropa que huela a humo y limpiar las alfombras, cortinas y tapicerías. No querrás ver ni oler nada que te recuerde al tabaco, te lo adelantamos.
6. Reduce el consumo de manera paulatina. “Si dejar el tabaco de golpe parece algo imposible, se puede empezar por retrasar el primer cigarrillo del día. De esta manera uno se puede enfrentar a la ansiedad poco a poco, y al final del día se habrán fumado menos cigarros hasta conseguir el objetivo, dejar de fumar”.
7. Date un respiro. Una de las razones por las que la gente fuma es que la nicotina les ayuda a relajarse, aunque esto no sea del todo cierto. Una vez que se dejes de fumar, necesitarás nuevas formas de relajarte. “Hay muchas opciones, se puede hacer ejercicio para, escuchar música, quedar con amigos, darse un masaje o dedicar tiempo a un pasatiempo”. Tú decides.
8. Haz ejercicios cognitivos. Cada vez que sientas la necesidad de fumar, es importante que tengas presente lo perjudicial que es el tabaco para la salud. Para estos psicólogos, “en este diálogo interno lo primordial es recordarse a uno mismo que no necesita el tabaco para vivir”.
9. Haz dieta. No hace falta que sea extrema, pero vigila un poco más lo que comes, sobre todo si tu cigarro favorito es el de la sobremesa. Hay estudios que demuestran que algunos alimentos, incluida la carne, hacen que el tabaco se sienta más satisfactorio después de ingerirlos. Sin embargo, otros, como el queso, la fruta y la verdura, consiguen que los cigarrillos tengan un sabor horrible. También puedes cambiar tu rutina durante o después de las comidas, como levantarte a lavar los platos inmediatamente para engañar a la cabeza.
10. Haz ejercicio. Muévete. El deporte, incluso si es tan sólo una caminata o un estiramiento de 5 minutos, reduce los antojos y puede ayudar a tu cerebro a producir sustancias químicas contra estos.
Puede que no lo dejes a la primera. Muchas personas lo intentan varias veces antes de abandonar el tabaco definitivamente. Por si esto nos sucediera, los psicólogos de GrupoLaberinto nos dan este consejo: “Si fumas, no te desanimes. En lugar de eso, piensa en lo que te ha llevado a la recaída, como tus emociones o el entorno en el que estabas. Utilízalo como una oportunidad para intensificar tu compromiso de dejar de fumar. Una vez que hayas tomado la decisión de volver a intentarlo, fija una ‘fecha para dejar de fumar’ en el próximo mes”.
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