Diferencias de impuestos entre las comunidades autónomas españolas

El sistema de impuestos del llamado estado de bienestar permite tener un sistema público de educación y sanidad estable y potente, en comparación con otros países.

Con la promulgación de la Constitución española se creó el sistema autonómico que todos conocemos. Es decir, fue a partir de 1978 cuando se diseñó el sistema actual que divide la organización territorial de España en tres niveles: el Estado, las comunidades autónomas y entidades locales.

Progresivamente a lo largo del tiempo se han ido asignando competencias a las comunidades autónomas, entre ellas las relacionadas con los impuestos.

¿Por qué cada comunidad autónoma tiene impuestos diferentes?

Hay impuestos que están cedidos a las comunidades autónomas, las cuales pueden, en cierta medida, regularlos de manera independiente. Por ejemplo, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, el Impuesto sobre el Patrimonio, el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) y Actos Jurídicos Documentados (AJD).

También hay otros impuestos que, aunque no están cedidos, pueden variar dependiendo de la comunidad autónoma. Es el caso del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que, aunque es estatal, las comunidades autónomas tienen cierta independencia para fijar deducciones, lo que hace pueda variar la tributación de los contribuyentes dependiendo de la comunidad autónoma en la que residan.

En aqué comunidades autónomas se pagan más impuestos

Para ver la diferencia que puede suponer para un ciudadano la aplicación de estos impuestos en una comunidad autónoma y otra vamos a ver algunos ejemplos publicados en el Informe Panorama 2024 publicado por el colegio de economistas.

1. Impuesto de Sucesiones y Donaciones

Por ejemplo, una persona de 30 años, con estado civil soltera, que hereda de su padre fallecido 800.000 € en bienes (de los que 200.000 € corresponden a la vivienda en propiedad) no pagará nada al liquidar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones en Andalucía, Islas Baleares, Cantabria o Galicia.

En cambio, tendrá que abonar una gran cantidad de dinero si reside en otras comunidades autónomas. Concretamente:

• Más de 103.135,48 € en Asturias.
• Más de 55.466,81 € en Aragón.
• Más de 44.569,48 € en Cataluña.

Como puedes ver, dependiendo de dónde viva el causante (ya que este impuesto se liquida en la comunidad autónoma en donde estuviese residiendo) la diferencia en el pago de este impuesto es abismal.

2. Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados

En la transmisión de un inmueble no destinado a vivienda por un valor de 450.000 € este impuesto se liquida por un importe de:

• Unos 27.000 € en Madrid o Navarra.
• Unos 45.000 € en Cataluña o Valencia.

3. Impuesto de Renta sobre las Personas Físicas (IRPF)

Pongamos como ejemplo una persona menor de 65 años, soltera, sin hijos. Si obtuviese unos rendimientos del trabajo de 16.000 € pagaría el IRPF siguiente:

• Unos 29,47 € en Madrid o Comunidad Valenciana.
• Unos 960 € en País Vasco.

Sin embargo, si esta misma persona ganase 30.000 €, pagaría el IRPF siguiente:

• 5.039,55 € si residiese en Cataluña.
• 5.547,52 € si lo hiciese en País Vasco.

Del mismo modo, si sus ingresos anuales fuesen de 70.000 € pagaría:

• 19.517,60 € si viviese en Extremadura.
• 17.726,20 € si fuese en País Vasco.