MUERTE POR ASFIXIA

Dispositivos antiatragantamiento: Qué son y por qué no debes usarlos

El atragantamiento es quizás una de las principales causas de muerte no natural en la que nos podemos sentir más impotentes, pues puede estar en nuestras manos salvar a la persona que se está asfixiando a nuestro lado. O incluso a nosotros mismos.

Maniobra de Heimlich

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Según el Observatorio de Prevención de Riesgos y Accidentes (OPRA) y teniendo en cuenta los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2021, cerca de 3.000 personas murieron por atragantamiento en España.

A pesar de lo poco que se habla de este fenómeno, el atragantamiento "por cuerpos extraños" es una de las causas de muerte más comunes en el mundo, por lo que es esencial saber cómo actuar correctamente en estas situaciones y así poder salvar vidas.

Cualquiera es susceptible de asfixiarse con un trozo de alimento demasiado grande o mal masticado, aunque los niños y los mayores corren un riesgo mayor. Precisamente, para evitar que la persona fallezca por esta causa, desde hace un tiempo se comercializan una serie de artilugios que prometen evitar la asfixia por atragantamiento, aunque a pesar de su supuesta función, deberías evitar a toda costa usarlos.

¿Son seguros los dispositivos para evitar la asfixia?

Los hay de distintas clases, pero no deberías fiarte de ninguno de ellos. La supuesta función de los dispositivos antiasfixia es lograr de forma manual desobstruir las vías respiratorias. Presentan una forma parecida a la de un inhalador -y a veces, simulan un desatascador- y se busca succionar aquello que está taponando la tráquea. Teniendo en cuenta que pueden salvar vidas, ¿por qué no se recomiendan?

Para empezar, no están ni aconsejados ni avalados por ningún organismo oficial, razón principal por la que deberíamos obviar el uso de estos artilugios en situaciones de riesgo. Y por ende, no los podemos usar como sustitutos de las técnicas sanitarias recomendadas.

¿Qué dice la ciencia sobre los dispositivos antiasfixia?

Recientemente, la revista Laryngoscope Investigative Otolaryngology ha publicado una investigación en la que, precisamente, se ha querido testar la efectividad de dos de estos dispositivos. Para ello, se usaron cadáveres frescos a los que se les colocaron distintos alimentos a la altura de las cuerdas vocales, como uvas y anacardos, y se intentaron retirar con la ayuda de estos dispositivos.

Los resultados fueron muy esclarecedores, pues ninguno de los dos modelos logró liberar la vía aérea en los 36 intentos que se realizaron. Además, se detectaron lesiones en la lengua tras el primer uso y según constató el otorrinolaringólogo participante, ambos aumentaron el riesgo de edema en la lengua y la orofaringe.

Entre las conclusiones, destacan la necesidad de realizar más estudios en cadáveres para constatar la seguridad de los dispositivos, sobre todo para evitar que se sigan comercializando si no son seguros. Así mismo, nuevas investigaciones permitirían evaluar nuevamente los daños y riesgos que supondría para la cavidad y la persona.

Cómo actuar ante un atragantamiento

Otra de las conclusiones a las que han llegado a raíz de los resultados obtenidos es que estos dispositivos no deberían reemplazar las maniobras validadas por los organismos oficiales. Por ello, si nos encontramos ante una situación de esta índole, nunca deberíamos hacer uso de estos dispositivos, lo más recomendable es seguir aplicando las técnicas conocidas.

Cruz Roja ofrece un manual de primeros auxilios en casa para saber cómo actuar en cada situación, tanto si estamos solos como si la vía aérea de una persona está obstruida parcialmente.

Así debes efectuar la maniobra de Heimlich

En caso de obstrucción completa, la técnica que debemos seguir es la conocida maniobra de Heimlich, una quetodo el mundo debería saber cómo llevar a cabo.

1. Rodea a la persona por detrás con los brazos a media tripa.

2. Haz un puño con una de tus manos, colócala justo encima del ombligo -en la boca del estómago- y coloca la otra encima, para ayudarte.

3. Realizar 5 compresiones, fuertes y rápidas, moviendo el puño hacia arriba y hacia dentro, repitiendo hasta que el cuerpo extraño sea expulsado.

En el caso de los niños, más vale prevenir que curar, así que no dejes objetos de tamaño reducido a su alcance, trocea bien los alimentos y no dejes que corran o griten si están comiendo, por ejemplo. Para ayudar a un menor de un año a liberar las vías, deberás "colocarlo boca abajo, apoyado sobre tus rodillas y darle 5 palmadas fuertes en la espalda, entre los omóplatos".

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