ADIÓS MOSQUITOS
El mejor remedio contra los insectos en casa: las salamanquesas
En verano nuestros hogares son más propensos a llenarse de toda clase de bichos, entre ellos los insectos. Las altas temperaturas y la humedad hacen que estos seres acaben invadiéndolo todo. Si notas que en tu casa no tienes este problema, quizás estés alojando a un reptil muy amable.
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Muchas personas suelen sentir repulsa hacia los reptiles. Ya sea por su piel escamosa, por su sangre fría, por su manera de moverse o por los mitos que circulan en torno a ellos, los humanos no suelen querer tenérselas que ver con esta clase de animales. Sin embargo, puede que algunos de ellos sean más beneficiosos de lo que creemos.
Las salamanquesas, también conocidas como ‘dragones de pared’, son unos de los reptiles más comunes en los entornos domésticos. Suelen salir de su escondite cuando cae el sol y pueden verse por las paredes exteriores o en los techos bajos de las casas. Muchas personas, al verlas, aterrorizadas o asqueadas, pueden intentar asustarlas, para que se abandonen el lugar o, incluso, matarlas. Un grave error. Las salamanquesas pueden ser nuestras mejores aliadas a la hora de enfrentarnos a las calurosas noches de verano llenas de mosquitos.
Existen muchos mitos entorno a estos animales. Se dice que escupen veneno, que muerden o que son venenosas. Incluso, muchos creen que se alimentan de la ropa que guardamos en los armarios, algo poco lógico cuando las polillas son un potencial alimento para las salamanquesas. Por tanto, nada de esto es cierto. Su única misión en la vida es comer insectos. De hecho, como ha recordado la Guardia Civil en su cuenta de Twitter, la salamanquesa, que también puede recibir los nombres de dragonet, saltorrostro, aldabón, esgarrarropa o perenquen, no es peligrosa. Es más, es el mejor insecticida ecológico que existe en todo el mundo.
Las salamanquesas suelen medir alrededor de unos 15 centímetros desde la cabeza hasta la punta de la cola. Poseen una piel escamosa, rugosa y que, normalmente, tiene un color gris o castaño, para lograr camuflarse con mayor facilidad de posibles depredadores. Durante el día, está oculta en algún recoveco de los muros o techos de nuestras casas o porches. Pero, al llegar la noche, salen, sigilosas, en busca de sus presas, nuestros peores enemigos: los insectos. Las moscas, los mosquitos, las polillas, los escarabajos y todo tipo de bichos similares componen el menú de este reptil. Un repelente que no contamina y que nos permitirá disfrutar más de nuestro verano.
Así que, cuando veas una salamanquesa, no debes asustarte o sentir asco. Conviértela en una inquilina más de tu hogar. No tendrás que hacer nada, solo dejarle hacer su trabajo: eliminar a todo insecto que intente entrar en tu casa.
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