TE LO CUENTA UNA MATRONA
Embarazo: ¿Por qué no es recomendable hacerse una ecografía antes de las 12 semanas?
Para muchas mujeres, la ecografía de las 12 semanas es la primera prueba que se realizan en el embarazo. Como matrona, te cuento cómo es, qué valores se miran y por qué no es recomendabla hacerla antes.
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La ecografía de las 12 semanas de embarazo es la primera ecografía que la mayoría de las mujeres se realiza, ya que así lo recomienda la evidencia científica en los embarazos que cursan de forma normal. Aunque comúnmente sea conocida así, puede realizarse entre la semana 11 y la 14 de gestación.
¿Qué pasa antes de las 8 semanas de embarazo?
Es cierto que, para algunas mujeres, no será su primera ecografía, ya que por necesidad (antecedentes médicos, sintomatología, etc.) o por decisión propia, se realizan una ecografía en las semanas anteriores. Pero es importante señalar que, en embarazos normales, la evidencia no recomienda hacer ninguna ecografía antes de las 12 semanas.
No obstante, si has decidido hacerla te recomiendo que no sea antes de la semana 8 del embarazo. El corazón del bebé empieza a latir sobre las 6 semanas (pero tu edad gestacional no es exacta), así que mejor esperar para que se pueda visualizar bien si existe latido cardiaco y no aumentar la ansiedad de la madre de forma innecesaria.
¿Cómo es la ecografía de las 12 semanas?
La ecografía del primer trimestre se hará de forma abdominal como primera opción, pero a veces puede ser necesario el acceso transvaginal si no se obtiene la imagen adecuada.
La ecografía de las 12 semanas es muy importante, ya que en ella se va a valorar diferentes aspectos como:
- Datar de forma exacta las semanas de embarazo, lo que a veces modifica la fecha probable de parto que se había calculado según la fecha de última regla. Esto ocurre porque la ovulación no siempre sucede en el mismo momento, por lo que con las medidas del feto en esta eco podremos saber con exactitud de cuántas semanas.
- Confirmar que el embrión está implantado en el lugar correcto, y que existe latido cardiaco.
- Confirmar el número de embriones, es decir, si hay un bebé o más de uno.
- Valorar diferentes marcadores que pueden indicarnos un aumento en el riesgo de sufrir una cromosomopatía: la medida del pliegue nucal, que no debería superar los 3 mm, y la presencia de hueso nasal.
- Realizar un cribado de preeclampsia.
- Identificar si existe alguna patología del útero, ovarios o trompas.
Los datos de esta ecografía se van a combinar con parámetros de la analítica de sangre que se extrae sobre la semana 10 de embarazo, para así descartar enfermedades cromosómicas como el síndrome de Down (trisomía 21), de Edwards (trisomía 18) y de Patau (trisomía 13).
Esto no es una prueba diagnóstica, es decir, no nos confirma que exista una patología. Se trata de una prueba de cribado: nos va a calcular un riesgo bajo, medio o alto de sufrir una enfermedad cromosómica.
Recuerda que las ecografías son una prueba médica y, por lo tanto, sólo se deberían usarse con este fin.
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