EVITA LIMPIAR INCÓMODO
¿Te entra agua en los guantes al limpiar? Haciendo este simple gesto no te pasará más
Si cada vez que limpias acabas con los brazos mojados a pesar de llevar guantes, este truco fácil puede ayudarte. Solo necesitas hacer un pequeño gesto para evitar que el agua se cuele por dentro.
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Cuando nos ponemos a limpiar, especialmente tareas que implican agua como fregar platos, baños o suelos, es muy habitual usar guantes. No solo ayudan a proteger la piel de productos agresivos, sino que también evitan que se nos estropeen las uñas o que la piel se reseque. Sin embargo, muchas veces acabamos con los brazos o las mangas mojadas, incluso llevando guantes.
Esto pasa porque, al ser lisos e impermeables, los guantes permiten que el agua se deslice con facilidad por su superficie. Si estás fregando o aclarando cosas bajo el grifo, el agua puede resbalar hacia el codo, colarse por la parte superior del guante y mojarte por dentro.
Para evitar esto, hay un truco muy sencillo que puedes probar y que realmente marca la diferencia. Solo tienes que cambiar un pequeño gesto al ponerte los guantes, hazlo como siempre, pero una vez colocados, dobla el borde superior hacia fuera, como formando un pequeño doblez de unos 3 o 4 centímetros.
Este pliegue crea una especie de canal en el borde del guante. Así, si cae agua por el brazo, esa pequeña vuelta hará que se acumule ahí y no siga bajando hacia tu piel o el interior del guante. Es una barrera muy simple, pero muy útil. Evitas mojarte y además, no necesitas nada adicional para ponerlo en práctica.
Es uno de esos trucos caseros que no cuestan nada, pero que hacen mucho. Si te gusta mantener la casa limpia sin acabar con las manos empapadas o incómodas, prueba esta idea la próxima vez que te pongas los guantes.
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