LA EVOLUCIÓN DEL SUEÑO
¿Eres una persona diurna o nocturna? Esta puede ser la explicación científica
Siempre hemos pensado que ser diurnos o nocturnos depende de nuestros hábitos, del ritmo de vida que llevamos o incluso de la hora en la que nacimos. Sin embargo, ¿y si te dijeran que esta división tiene un origen mucho más antiguo, que se remonta a la prehistoria, a nuestros antepasados?
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A través de un video viral de la cuenta @filmpedia_org, con la explicación de la creadora de contenido @feleciaforthewin, se revela un patrón fascinante que podría aclarar por qué algunas personas tienen más energía y productividad durante el día, mientras que otras parecen funcionar mejor durante la noche. Esta tendencia no es casualidad, al contrario, está profundamente conectada con nuestros orígenes como especie y la evolución de los patrones de sueño humanos.
El origen en la prehistoria
Todo se remonta a la época prehistórica, cuando los humanos eran cazadores-recolectores y dependían de su supervivencia en un entorno salvaje y hostil. Una de las mayores amenazas ocurría en mitad de la noche, cuando la tribu dormía profundamente. En esos momentos de vulnerabilidad, podían ser atacados por animales salvajes o por otras tribus.
Para evitar estos peligros, los seres humanos desarrollaron un sistema intuitivo de vigilancia basado en turnos de sueño. Mientras la mayoría de la tribu descansaba, un grupo de individuos noctámbulos se mantenía despierto para vigilar el campamento, observar los cielos estrellados e incluso socializar entre ellos. Por la mañana, los miembros diurnos tomaban el relevo, descansados y preparados para realizar tareas como la caza, la recolección o la forja de herramientas.
Este sistema no solo ayudó a mejorar la seguridad de las tribus, sino que fue tan importante para nuestra evolución que terminó convirtiéndose en un rasgo genético heredable. Es decir, estos patrones de sueño que marcan la diferencia entre diurnos y nocturnos quedaron grabados en nuestro ADN y se transmitieron de generación en generación.
La ciencia del sueño y los genes implicados
La existencia de personas nocturnas en la actualidad puede explicarse por la presencia de ciertos genes que afectan al ciclo circadiano, es decir, al reloj biológico interno que regula nuestros patrones de sueño y vigilia.
Uno de los genes más destacados en este fenómeno es el gen CRY1. Las personas que poseen una mutación en este gen tienen un ciclo circadiano más largo que el promedio, lo que les permite permanecer despiertos durante periodos más prolongados y, en consecuencia, sentirse más activos durante la noche. Además, existe el gen DEC2, que afecta a la necesidad de sueño, estas personas solo requieren de entre 4 y 6 horas de descanso para sentirse completamente recuperadas.
Como se comenta en el video, al parecer se calcula que aproximadamente el 10% de la población mundial posee estos genes que los clasifican como noctámbulos. Esto podría explicar por qué, a pesar de las exigencias modernas que favorecen los horarios diurnos, muchas personas siguen encontrando su mayor productividad e inspiración por la noche, cuando el resto suele dormir.
Esta división entre diurnos y nocturnos no solo fue una crucial para la supervivencia de las tribus prehistóricas, sino que también demuestra cómo la evolución ha moldeado nuestro comportamiento y patrones biológicos a lo largo de los milenios. Ya seas madrugador o noctámbulo, ambos ritmos tienen su razón de ser y forman parte de nuestra fascinante historia como especie.
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