¿Te están haciendo luz de gas? Las evidencias de este tipo de maltrato

La violencia doméstica, o entre relaciones afectivas, es algo a lo que, en pleno siglo XXI, tristemente, aún tenemos que dar visibilidad. El tema del maltrato, especialmente el machista, sigue estando a la orden del día y, hasta que no deje de haber víctimas, tendremos que seguir dándole espacio hasta erradicarlo por completo.

Como ya sabemos, el maltrato psicológico es igual de dañino y peligroso que el físico. Sin embargo, este es mucho más difícil de detectar, puesto que las secuelas no son tan evidentes a simple vista.

Entre las muchas formas de manipulación que un maltratador puede utilizar contra su víctima, hay una técnica que es especialmente peligrosa porque puede acabar, definitivamente, con la salud mental de una persona: se trata del gaslighting o luz de gas. A continuación, te explicamos cómo detectarlo.

¿Qué es el gaslighting o luz de gas?

En una relación afectiva, ¿alguna vez has llegado a dudar de ti misma? ¿Acostumbras a sentirte culpable y responsable de todos los conflictos? ¿Consideras que siempre estás equivocada? Si la respuesta es afirmativa, deberías reflexionar que puede haber detrás de esta situación.

La respuesta puede estar en el maltrato con luz de gas, una técnica de manipulación psicológica en la que el abusador consigue distorsionar la realidad de la víctima, de tal modo que esta pierde totalmente su autonomía y estabilidad mental.

Al final, la víctima acaba pensando que nada de lo que puede pensar o hacer es coherente o correcto, se responsabiliza de todos los males de la relación y acaba con la voluntad completamente anulada.

Mediante esta manipulación, el abusador pretende dominar a la víctima y conseguir que pierda totalmente su autonomía, quedando bajo su control. Este tipo de técnica es especialmente peligrosa porque la persona abusada queda completamente aislada.

Como cree que no está mentalmente estable, se encierra en sí misma y pierde el contacto con sus familiares y amigos. Además, el vínculo que se establece entre abusador y abusada es tan fuerte que el maltrato es difícilmente reconocible.

¿Cuál es el origen de este concepto?

La película ‘Gaslight’ (1944) del director George Cukor es la que da el nombre a este tipo de maltrato. Esto es así porque su historia refleja a la perfección cómo se desarrolla un caso de luz de gas en un matrimonio.

En la película, el marido de la protagonista altera su entorno y le hace creer que todo lo que piensa es fruto de su imaginación, hasta tal punto de que se acaba volviendo loca.

También manipula la relación que existe entre ambos, negando constantemente hechos que sí que se han producido. El maltratador lleva todo esto hasta tal extremo, que la víctima llega a dudar de sí misma y de su sano juicio, entrando en un estado de locura.

¿Cómo identificar el gaslighting?

Estos son los signos que indica que alguien puede estar sufriendo maltrato con luz de gas:

• El maltratador repite continuamente que la otra persona está loca o que debería estar encerrada.
• El abusador siempre consigue darle la vuelta a las situaciones y posicionarse como víctima. De este modo, la otra persona queda como culpable y responsable de todo.
• En esta situación, la víctima nunca tiene la razón sobre nada. El abusador siempre le llevará la contraria hasta anular su criterio.
• La víctima cree que distorsiona la realidad, incluso puede experimentar despersonalización y llegar a dudar de la propia existencia.
• A veces, este tipo de maltrato también puede ir acompañado de violencia física.
• El maltratador utiliza la mentira de forma constante, desacredita cualquier cosa que la víctima pueda decir y que vaya en contra de sus intereses.
• El maltrato puede ejercerse solamente en privado, en los espacios íntimos de convivencia.
• Esta actitud del abusador no se manifiesta al inicio de la relación, si no que se va desarrollando de manera progresiva.

Si sospechas que tú o alguien de tu entorno estáis sufriendo gaslighting, pide ayuda psicológica, mantente cerca de familiares y amigos, y llama al teléfono de atención a las víctimas 016.

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