Analiza si sucede en la tuya
Estas señales indican que no deberías seguir con tu relación de pareja
Cada pareja es un mundo, y lo que funciona para unas es un desastre para otras. Hay mujeres que se tiran treinta años al lado de alguien que jamás ha limpiado el baño y otras que al primer despiste en el reparto de tareas domésticas hacen las maletas y ponen rumbo a casa de su madre.
Publicidad
Hay quien puede estar largas temporadas sin sexo y otras personas para las que es fundamental que haya actividad entre las sábanas. Hay parejas monógamas y poliamorosas, sociales y solitarias, hay quien tiene vida más allá de la pareja y están aquellas, tan inquietantes, que van siempre juntas a todas partes.
Pese a que cada pareja establece sus normas, y a que en las relaciones siempre hay altibajos, dudas e incertidumbres, existen una serie de señales que deberían hacer, cuanto menos, que activásemos las señales de alarma. Si te pasan estas cosas es el momento de sentarte a hablar con tu pareja y, tal vez, considerar pedir ayuda profesional para tratar de encarrilar las cosas. Y si no es posible, que no siempre lo es, apostar por que cada uno siga su camino antes de que todo se tuerza definitivamente.
No te apetece hacer cosas con él
Que la pasión del principio se desvanece poco a poco (por suerte, ya que sería durísimo vivir siempre en fase de enamoramiento) es una realidad, como también lo es que el deseo intenso de estar con él a todas horas va haciéndose más llevadero con el paso del tiempo (a no ser que seáis Dabiz Muñoz y Cristina Pedroche). Pero si llega un punto en el que no te apetece ni lo más mínimo compartir tiempo con tu pareja, que llenas tu agenda de actividades para no estar con él y que esta situación se alarga más de la cuenta, es probable que algo esté fallando, quién sabe si de forma irresoluble. En este sentido, un estudio del Instituto de Política Familiar (IFP) aseguraba que el momento del año en el que hay mayor número de rupturas es después de las vacaciones de verano, cuando la pareja se ha visto obligada a compartir un tiempo que no solía tener durante el año. Curiosamente, esta tendencia está revirtiendo en los últimos años, y según un reciente estudio publicado en Estados Unidos, las parejas comienzan a separarse más antes de las vacaciones, precisamente anticipando el desastre que se avecina.
No le idealizas
Diversos estudios apuntan a que cuando empezamos a ver a nuestra pareja con los mismos ojos con que lo hace el resto de la humanidad es que algo va mal. Al parecer, las parejas que funcionan son las que tienden a considerar que el otro es en realidad mucho más fascinante de lo que resulta para el común de los mortales. Es, al parecer, esa pulsión irracional uno de los factores clave que lleva a las parejas a desarrollar las herramientas adecuadas para solucionar conflictos y superarlos a medio y largo plazo.
No te ríes con él
El mayor estudio realizado hasta la fecha sobre relaciones de pareja, elaborado por The Open University, en el Reino Unido, investigó los secretos del éxito de los matrimonios felices, con una muestra de 50 parejas estables y satisfechas, con y sin hijos. Cuando se les preguntaba cuál era la clave de la felicidad, la respuesta más extendida era reír juntos, seguida de compartir valores, ser buenos amigos y sentirse cuidados por el otro. Curiosamente, el sexo no aparecía entre ninguna de las diez principales claves del éxito de una relación, según los entrevistados.
Te gustan otras personas
Que te interese puntualmente alguien no tiene excesiva importancia, pero cuando esto pasa de forma repetida, cuando fantaseas constantemente con una tercera o terceras personas que han aparecido con fuerza en tu vida, tal vez es el momento de empezar a plantearte que algo falla con la persona que tienes al lado. En realidad, es muy instintivo: si reflexionas y te escuchas te darás cuenta de si ese que te gusta es una simple distracción o es la señal inequívoca de que ya no estás enamorada de tu pareja. Probablemente no tendrás la respuesta en dos días, pero es hora de empezar a plantearlo.
No os comunicáis
El psicólogo estadounidense John Gottman investigó las claves del éxito de una pareja, aquellos factores que permitían predecir si una relación iba a ser duradera. Tras un largo experimento en la Universidad de Washington concluyó que la comunicación fluida es crucial en la estabilidad de una relación. Si la comunicación ha dejado de fluir, si muchas veces eres la última en enterarte de alguna novedad en la vida de tu pareja, así como de sus anhelos y sus emociones (y viceversa), es que algo no va bien.
Discutís mucho
Pero, ¿qué es mucho? En una pareja deben existir al menos, según la investigación citada anteriormente, un 80% de intercambios positivos (que expresan afecto y comprensión) frente al 20% negativos (que reflejan hostilidad y críticas). Pese a que no habría que tomarse las cifras al pie de la letra, parece evidente que esos hogares en los que se suceden los reproches y el mal rollo durante gran parte del tiempo no son el lugar ideal para pasar el resto de nuestras vidas.
Te menosprecia
Si tu pareja te menosprecia, tanto cuando estáis solos como en público, te humilla o cae en otras formas de maltrato sutil –te levanta la voz sin motivo, controla tus idas y venidas, tiene arranques de celos–, huye de ahí como de la pólvora. La gente no cambia, y tu relación de pareja debe ser ese lugar en que te sientas segura, feliz y acompañada, no una especie de campo de arenas movedizas en el que en cualquier momento puedes patinar. Si tienes esa sensación, no lo dudes: sal corriendo.
Publicidad