Estas son las razones por las que la infidelidad ha aumentado con el coronavirus

La depresión, la ansiedad, el estrés postraumático, los problemas financieros, los hijos, la incapacidad para exteriorizar las emociones y, desde hace un año, el aumento del estrés provocado por la pandemia, pone a las parejas en mayor riesgo de experimentar infidelidad. De hecho, ya hay datos que demuestran que esto está pasando más que antes. Poner los cuernos, o al menos esta creciente posibilidad de hacerlo, agrava aún más los problemas de la relación y se suma a las consecuencias sociales, emocionales y financieras que está dejando la COVID-19.

Lo que para algunas parejas ha supuesto una nueva oportunidad de reconectar y fortalecerse, para otras ha sido un impacto dramático que ha despertado tensiones y, posiblemente, también infidelidades. Además, las dificultades propias de la pandemia pueden hacer que sea más difícil llevar a cabo el proceso de recuperación de esa aventura, con interrupciones y retrasos, afectando negativamente a la capacidad de curación de la relación. Y es que, nuestra manera de vivir ha cambiado drásticamente tras el impacto del coronavirus.

Con la llegada de la vacuna y la vuelta a la normalidad, se creía que las parejas volverían a ser lo de antes. Sin embargo, algunos problemas derivados de esta situación siguen en aumento, como es el caso de las deslealtades. Reconocer que nuestra pareja ha cometido una infidelidad es una experiencia dolorosa y estresante, puede también puede ser una oportunidad para promover un cambio necesario. Bien para fortalecer los cimientos de la relación y reinventarse como pareja, o bien para emprender un camino por separado que permita vivir de una forma más íntegra y consciente.

6 causas de deslealtad durante la pandemia

Si quieres averiguar las razones que os han llevado a ser (o a pensar en ser) infieles a raíz de la pandemia, existen unas pautas psicológicas comunes en la era del Covid que pueden ayudarte a encontrar respuestas. Los terapeutas de GrupoLaberinto nos explican los motivos que hay detrás de esta nueva ola de adulterios.

Cambio de rutina. En muchas ocasiones las rutinas laborales limitaban el contacto entre las parejas. Pero con la llegada del confinamiento y el teletrabajo, el contacto se puso en aumento y con ello también la tensión.

Soledad y aislamiento. A pesar de haber estado en compañía constante durante el confinamiento, la pandemia ha aumentado nuestra sensación de soledad y nuestra necesidad de aislamiento. Si la comunicación de pareja no ha sido óptima, lo más fácil es buscar consuelo y compañía fuera de casa, aunque sea de manera virtual.

Aburrimiento. Las restricciones fomentan que nos sintamos aburridos, lo que en muchas ocasiones puede crear presión en la relación. Para muchas personas, tener una aventura (virtual o presencial) puede ser una manera de entretenerse y aliviar tensiones con la pareja.

Falta de distracciones. Disponer y disfrutar de espacio para uno mismo es fundamental a la hora de mantener una relación saludable. Al perder las distracciones del día a día (los amigos, el gimnasio, los hobbies) las parejas se han visto obligadas a compartir el mismo espacio las 24 h de los 7 días de la semana, lo que aumenta la percepción de las manías y defectos del otro, y nos obliga a fastidiarnos ante las mismas.

Poca o nula intimidad. En las relaciones que ya tenían problemas previos a la pandemia, la falta de relaciones sexuales y la menor atracción por su pareja ha acabado por ser una de las causas principales de las infidelidades.

Deseo de nuevas emociones. Después de un año en el que el pijama-chándal se ha convertido en nuestro ‘dress code’, la posibilidad de vivir una experiencia excitante y nueva puede resultar muy tentadora. Mantener el secreto de un amante es sin duda una nueva emoción capaz de aportar a nuestro día a día un plus de evasión y de felicidad. Dos emociones muy anheladas en estos momentos.

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