Este es el programa que estaría poniendo en riesgo tu lavadora

Con el paso de los años, las lavadoras se han actualizado, incorporando diferentes programas dependiendo del resultado que queramos. Sin embargo, uno de los programas que más se ha popularizado ha sido el de lavado rápido. Y te contamos por qué no debes recurrir a él constantemente.

Este programa, además de utilizarse para lavar la ropa que está poco sucia o que no tiene manchas, también contribuye al ahorro de energía, ya que dura menos y gasta menos (o eso creíamos). Sin embargo, su uso habitual podría estar poniendo en peligro tu lavadora.

En cuanto al consumo de energía, aunque bien es cierto que el agua no se calienta como en el resto de programas, sí que es mayor la potencia del centrifugado, por lo que hay que lavar, enjuagar y centrifugar las prendas con mayor rapidez, en el menor tiempo posible. Esto hace que se utilicen las resistencias al máximo y, por lo tanto, que su consumo de energía sea bastante elevado.

Además, al trabajar con mayor intensidad en menos tiempo se acabará desgastando más rápidamente, por lo que se reduce así su vida útil.

En cuanto a las prendas, tampoco será muy favorable para ellas. Al utilizar agua más fría, el detergente no se disolverá por completo, por lo que se quedará en las prendas (problema para personas con sensibilidad en la piel) y no se desinfectarán como deberían.

Además, para tejidos más delicados como la lana o la seda, la acumulación de detergente y un centrifugado más agresivo podría dañar sus fibras. Es por ello que, aunque el lavado rápido es una opción práctica para momentos puntuales, no es efectivo para el día a día.

Se puede usar ocasionalmente porque tengamos prisa, porque las prendas apenas están sucias o por algún motivo que sea puntual. Eso sí, siempre con cargas pequeñas y utilizando menos detergente para evitar así los residuos de este.

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