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Esto es lo que debes comer si tienes candidiasis

En algún momento de tu vida la vas a tener, si no la has tenido ya. Nos referimos a la candidiasis, la infección de vagina causada por el hongo Candida albicans.

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La mayoría de mujeres tienen candidiasis vaginal en algún momento de su vida. Es una infección de vagina provocada por el hongo Cándida albicans. Ojo, muy importante: no se considera enfermedad de transmisión sexual, ya que puede padecerse sin haber tenido relaciones sexuales. Eso sí: cuando padeces la infección por cándida puedes transmitírsela a tu pareja a través del sexo oral y del vaginal.

Cándida albicans es un tipo de hongo que se encuentra a menudo en pequeñas cantidades en la vagina, la boca, el tubo digestivo y también en la piel. En la mayoría de las veces no ocasiona ni infección ni síntomas. Pero otras veces sí.

Aparte de una visita al médico y de tratarse con fungicidas, en tu mano está que la cándida prolifere lo menos posible. ¿Cómo? A través de lo que te llevas a la boca: es importante, para reestablecer los niveles del hongo, dejar de alimentarla readaptando nuestra dieta: este hongo se alimenta particularmente de azúcar, las levadoras y los carbohidratos.

Según el Instituto de Microecología, debemos seguir una serie de pautas en la alimentación, en busca de la disminución del hongo en nuestro organismo. En primer lugar, debemos reducir el consumo de azúcares y diseñar una dieta con bajo contenido en carbohidratos y, por otro lado, dar más importancia a una serie de nutrientes de origen vegetal y animal. Lo cual no es solo beneficioso para reducir la infección en caso de que la tengas sino que es beneficioso para tu salud en general, ya lo hemos contado en numerosas ocasiones.

Comiendo ensalada
Comiendo ensalada | iStock

Así, “Debes privilegiar el consumo de vegetales y hortalizas de color verde por su alto contenido en fibra y bajos en almidón (alcachofa, espárrago, crucíferas, pepino, apio… También, frutas como cítricos, pera, manzana, arándanos, frutos rojos, evitando aquellos con alto contenido en almidón (plátano) y fructosa (uvas, higos, frutas desecadas, zumos de frutas”, comentan en la marca de protección íntima Chilly.

Además, apuesta por grasas ricas en ácidos grasos poliinsaturados como el aguacate, el lino, el sésamo, las semillas de chía.. “También vienen bien los alimentos fermentados ricos en probióticos y probióticos, Kéfir, kimchi, té kombucha, chucrut… y la proteína vegetal: legumbres, quinoa, bulgur…”, explican.

Los polifenoles también deberán estar en tu dieta, por su acción antioxidante y antiinflamatoria, los tienes en el AOVE y en los frutos secos, el té verde y el orégano. En líneas generales, conviene reducir el consumo de proteína y grasas animales, aumentar el de pescado azul y blanco y consumir preferiblemente lácteos fermentados de cabra. Además, “Es importante mantener una correcta higiene íntima usando productos específicos y mantener así un pH equilibrado para prevenir infecciones”, finalizan en Chilly.

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