PARA SIEMPRE
Estos 4 trucos caseros te ayudarán para acabar con el mal olor del zapatero
No solo hay que limpiar la casa en general, sino también enfocarnos en esos rincones en los que más suciedad se puede acumular. El zapatero es uno de ellos y te contamos los trucos para que nunca más huela mal.
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Si nos quitamos los zapatos nada más entrar en casa para que no expanda la suciedad de la calle por la casa, pero los metemos en el zapatero tal cual… ERROR. Y es que, si alguna vez te has preguntado por qué el zapatero huele así, ahí tienes la respuesta. Y aquí la solución.
Lo cierto es que los zapateros de casa pueden coger un olor muy desagradable que viene del interior de los zapatos (ya que nuestros pies sudan), pero también de las suelas que están en contacto siempre con el suelo de todos sitios.
Para ello, te contamos algunos trucos y consejos para evitar que tu zapatero se convierta en un vertedero. El primero es lavar su interior con un mejunje de agua y vinagre blanco a partes iguales -siempre que el material del que está hecho el zapatero lo permita-.
De no ser así, también lo puedes hacer con agua y bicarbonato, o solo con vinagre. Con esto conseguirás eliminar las bacterias y los malos olores; matar dos pájaros de un tiro.
El segundo consejo es que airees el zapatero cada día, pues mantener el aire fresco es clave para evitar que se acumule la humedad y, por tanto, los olores indeseados que después queremos eliminar. Más vale ser precavidos.
En tercer lugar, uno de los trucos que mejor funciona es el de espolvorear talco o bicarbonato de sodio dentro de los zapatos cuando nos los quitamos y antes de meterlos en el zapatero. De esta forma, estos productos conseguirán absorber la humedad y neutralizar los olores. Pero no te olvides de sacudirlos cuando los vayas a volver a usar.
Y por último, si quieres que tenga un toque de olor agradable, puedes utilizar plantas como ambientador natural. Se recomienda colocar en el interior varias ramitas de lavanda, aunque puedes colocar cualquier planta aromática que te guste. ¡Y tener un zapatero nunca más será un dolor de cabeza!
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