¿Qué prendas te convienen más?
Estos son los complementos que debes llevar si eres feminista
Llevar ropa o complementos con símbolos o mensajes feministas no te hacen ser más feminista, ni llevar nada te hace serlo menos, es cuestión de actitudes. Pero sí es verdad que ciertas insignias o códigos ayudan a identificar mejor a una compañera del movimiento.
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Hace casi 50 años la revolución textil feminista comenzó con el uso del pantalón por parte de la mujer como subversión de los roles tradicionales del patriarcado. Sin embargo, la minifalda -bendita seas, Mary Quant-, que se vinculó más a la liberación sexual de la mujer, se la terminó apropiando el machimundo para sus pajas. Afortunadamente, hemos avanzado unos centímetros por encima del dobladillo y hoy en día asociar el debate falda-pantalón con el feminismo está superado. Pero todavía queda mucho camino por andar y se intenta manifestar la idea del empoderamiento femenino con un mensaje más claro, explícito y directo.
El feminismo está más vivo que nunca y también el afán por demostrarlo, a veces con toda la fuerza del propio convencimiento y a veces por mero postureo. Un complemento que no falta y sienta genial en los selfies de Instagram y para encabezar las manifas con grandes pancartas es el turbante morado o rojo emulando a la famosa Rosie La Remachadora con el bíceps fuertote del cartel del We Can Do It. Rojo o morado, sin importar cómo vaya colocado, pero eficaz ahuyentando al patriarcado.
Dar la chapa nunca ha dejado de estar de moda, y menos cuando la causa es justa y necesaria. Las feministas que, además de serlo, les gusta plasmarlo en su outfit diario, no tienen menos de diez chapas con el símbolo de la mujer y un puño combativo con un predominante color morado; chapas del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer y con mensajes del tipo “La sociedad patriarcal nos jode a todxs”; “No quiero tu piropo, quiero tu respeto”; “Everybody should be feminist”; “No me silbes, no soy tu perro” o ,“Con short o pantalón, respétame, cagón”. No hay altavoz más potente que aquel que remueve conciencias a la gente.
Las camisetas con frases reivindicativas son el trapo TOP en esto de exhibir el arraigamiento al movimiento. Frases más o menos profundas que han confirmado que el feminismo está de moda desde que han empezado a venderse en el imperio Inditex y demás puestos textiles de la competencia capitalista, aunque no sea esta guerra la principal preocupación de las empresas, sino facturar a costa de su público fiel cada temporada. La parte buena de esta mercantilización del feminismo es que traslada mensajes que llegan a niñas, adolescentes, incluso chicos y otros sectores de la población que quizás, por otra vía no les hubiesen calado tan hondo como con una camiseta que a los tres lavados ya está desgastada o con algún bujero. ¿Quizás estemos ante un fast feminism de usar y tirar? El tiempo dirá si ha cumplido eficazmente su función de despertar conciencia y reivindicación… o no.
Aunque la actitud y predicar con el ejemplo son, sin duda, la indumentaria más significativa. Y es que, el movimiento se demuestra andando y por encima de la vestimenta, están los actos. Es un acierto seguro la frase “The future is female” impresa en una camiseta con un estampado pop o en un bolso de tela, sea de Zara o de un artista hippie independiente, pero ante todo, “vestirse feminista” siempre será, lejos de modas y tendencias, ponerte lo que te salga del coño y atizar al patriarcado con tu paso imponente.
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