MANTÉN EL DESEO
Un estudio afirma que hacer ejercicio físico mejora las relaciones sexuales
Además de hacer poco ejercicio, también la obesidad es un factor que perjudica las funciones sexuales tanto de mujeres como de hombres.
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Nos han dicho por activa y por pasiva que hacer ejercicio es bueno para la salud, que hay que estar activos para mantener el bienestar tanto físico como emocional. Ahora se sabe que también va bien para el sexo.
Varios estudios han tratado el tema y, tanto en hombres como en mujeres, tener un nivel de vida sedentario y la obesidad afectan a las relaciones sexuales.
El cóctel obesidad y poco ejercicio puede causar disfunción eréctil
Un estudio de 2009 publicado en ‘The Journal of Sexual Medicine’ relaciona la disfunción eréctil con la obesidad. Destaca que los hombres con un índice de masa corporal (IMC) elevado tienen “un 50% más de posibilidades” de tener esta patología comparado con los hombres con un IMC normal. El porcentaje se mueve entre el 40% y el 60% en los hombres que practican poco o nada de ejercicio físico.
A esto hay que sumarle también otra variante: la circunferencia de cintura (CC). Es sencillo de medir. Solo hay que coger una cinta métrica y colocarla alrededor del cuerpo, hacia la altura del ombligo. Los niveles adecuados son 102 centímetros en hombres y 88 centímetros en mujeres.
Si la circunferencia de cintura es alta y, además, se lleva una vida sedentaria, la disfunción eréctil se puede producir igualmente “independientemente del IMC”, según el estudio.
Para evitar que eso pase, lo que hay que hacer es “mantener un nivel de circunferencia de cintura por debajo de 102 cm” y hacer, al menos, “150 minutos de ejercicio a la semana” (lo que se considera “actividad física de intensidad moderada”).
Obviar la actividad física afecta negativamente al deseo sexual de las mujeres
Por su parte, otro estudio publicado en ‘The Journal of Sexual Medicine’ de 2021, ‘Actividad física y disfunción sexual femenina: mucho ayuda, pero no demasiado’, hace un análisis sobre cómo se ve perjudicada la función sexual de las mujeres si no se hace ejercicio.
La primera conclusión a la que llega es que el 67,4% de las mujeres que practican actividad física puntúan con una nota alta el deseo, la excitación y la lubricación. Además, su angustia sexual y la resistencia de las arterias del clítoris es menor si se compara con mujeres sedentarias.
Justamente este grupo de mujeres demuestra que existe una relación negativa entre la poca actividad física y el trastorno del deseo sexual hipoactivo. Esto se debe, en parte, a “preocupaciones sobre la imagen corporal” y la angustia sexual.
Hacer ejercicio, sí, pero sin pasarse
Como se suele decir, los extremos nunca son buenos. Así lo confirma este estudio. Las mujeres que han participado en él y han respondido que practican deporte por encima de lo considerado como moderado, su función sexual empeoró incluso más que las mujeres sedentarias. Los autores de la investigación aconsejan que “los médicos deben permanecer alerta a las desventajas del ejercicio excesivo”.
Cabe recordar que frente a cualquier patología, hay que acudir al médico para obtener un diagnóstico y un tratamiento adecuados a cada persona.
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