Etapas del desarrollo de 0 a 3 años: Así puedes potenciar el crecimiento de tus hijos

Según la etapa de desarrollo en la que se encuentre el niño puede manifestar unos intereses y unas habilidades diferentes que, con la práctica y el estímulo adecuado, se pueden adquirir más fácilmente. Si quieres saber cómo potenciar el desarrollo de tu bebé según la etapa en la que se encuentra quédate a leer estos tips para ayudarle a avanzar.

Desarrollo de 0 a 3 meses

Los sentidos más desarrollados al nacimiento son el olfato y el tacto.

Desde los primeros minutos de vida se aconseja mantener al bebé piel con piel con sus padres ya que gracias al calor corporal, al tacto y al olor sus constantes vitales se estabilizarán y se evitarán las situaciones estresantes.

Estas primeras semanas debes hablar con el bebé o cantarle con el objetivo de que vaya reconociendo las voces y los distintos tonos de voz, siendo éste el primer estímulo para la comunicación y el lenguaje.

A nivel visual, en esta fase los bebés comienzan a distinguir formas mediante el contraste de luces y sombras por lo que puede resultar útil acercarse mucho a él (a unos 30 cm) para que distinga los rasgos faciales y comience a sonreír al escuchar una voz o reconocer un rostro humano.

Estimular el seguimiento visual con juguetes móviles (tipo carrusel) u objetos blancos y negros también puede ayudar al desarrollo visual.

A nivel motor, el mayor logro del bebé es conseguir sostener la cabeza de forma estable. Con este objetivo se recomienda colocarlo boca abajo durante varios minutos al día cuando esté despierto y estimularlo con diferentes objetos y estímulos sonoros para que eleve la cabeza. Al principio lo hará durante pocos segundos y probablemente no le gustará, pero progresivamente conseguirá aguantar más tiempo fortaleciendo su desarrollo muscular.

Desarrollo de 3 a 6 meses

A partir de esta edad el bebé ya suele pasar más tiempo despierto por lo que el juego puede ayudar a la estimulación visual, auditiva, motora y de comunicación.

Se debe continuar colocando al bebé boca abajo cuando esté despierto y colocando objetos de diferentes texturas a cierta distancia para que los alcance y se estimule el sentido del tacto.

Comienza a llamarle por su nombre y estimula el lenguaje con sílabas sencillas: ma-ma-ma, pa-pa-pa o con gestos básicos (pedorretas, etc.).

Desarrollo de 6 a 9 meses

A esta edad la movilidad y el desplazamiento avanzan a pasos agigantados. Se debe favorecer el movimiento libre sobre alguna alfombra o parque evitando objetos peligrosos a su alrededor y siempre supervisado. En esta fase, el bebé comenzará a desplazarse de diferentes formas: reptando, gateando o sentado y lo podemos estimular ofreciéndole juguetes atractivos a cierta distancia.

En esta etapa el bebé ya habrá empezado la alimentación complementaria por lo que si todavía no has empezado a introducir alimentos sólidos, este es el momento. Comenzar la masticación lo antes posible, con alimentos blanditos, puede estimular la musculatura oral para el lenguaje y la autonomía en la alimentación.

Se puede ofrecer fruta en trozos pequeños para que el bebé los manipule y ejercite la pinza con los dedos índice y pulgar. Se debe enseñar a beber agua mediante un vasito de aprendizaje que pueda manejar el sólo.

En cuanto al lenguaje, en esta época se adquiere mucho vocabulario a nivel de comprensión por lo que nombrar los objetos que se utilizan a diario puede ayudar a identificarlos.

Se pueden enseñar juegos sencillos como el cucu-tras o ciertos gestos para que el bebé los imite: esconderse tras las manos, aplaudir, decir adios, hacer los cinco lobitos…

Desarrollo de 9 a 12 meses

A esta edad se deben favorecer los primeros pasos, pero nunca forzándolos. Se puede poner un objeto cerca del bebé para que él se ponga de pie solo (como un silla o andador).

Los juegos más estimulantes a esta edad son los cubos apilables o un simple papel para arrugar o pintar.

Enseñar los sonidos de diversos animales para que los reproduzca también pueda resultar muy estimulante a esta edad.

Se deben realizar preguntas sencillas para que responda con gestos o sonidos: ¿Quieres comer más?, ¿Te gusta el juguete?

Desarrollo de 12 a 18 meses

Es recomendable en esta edad, favorecer ciertas actividades físicas como agacharse y levantarse, correr, subir escaleras, chutar un balón o caminar hacia atrás.

También debemos animar a juegos de construir torres de cubos o meter y sacar objetos de un recipiente mayor.

A nivel del lenguaje, es el momento de aprender canciones sencillas o contar cuentos que aumenten su vocabulario y animarle a repetir algunas partes.

Enseñarle a reconocer las partes del cuerpo y los colores.

Desarrollo de los 18 meses a los 2 años

Entre el año y medio y los 2 años hay que enseñarles juegos que impliquen la actividad física como correr o saltar. Pasar al tiempo al aire libre y fomentar el contacto con la naturaleza. Escuchad música y bailar. Enseñarles fotografías para que reconozcan objetos o personas.

También es importante estimular la motricidad fina con ejercicios como: coger hilos de diferentes tamaños y meterlos en una caja, pinchar con palillos un trozo de plastilina, aprender a cerrar una botella con el tapón...

También podemos empezar a enseñarle a quitarse la ropa. Empezamos con prendas sencillas, calcetines, pantalón, abrigo...

Desarrollo de 2 a 3 años

A partir del segundo año, ya se pueden realizar actividades para favorecer el desarrollo del área cognitiva y de lenguaje.

El juego simbólico irrumpe con mucha fuerza a esta edad por lo que se pueden incentivar juegos como cuidar a los bebés, darles de comer, limpiar, cocinar…

Dentro del lenguaje se empiezan a utilizar conceptos básicos como dentro-fuera, arriba-abajo, grande-pequeño, cerca-lejos…

Una herramienta esencial para fomentar el lenguaje a esta edad es narrar cuentos infantiles sencillos y hacer preguntas sobre los personajes, situaciones, lugares etc. que aparecen en esos cuentos.

A esta edad se debe fomentar la independencia en las actividades diarias: anima a tu hijo/a a comer solo con cuchara y tenedor, a vestirse y desvestirse, lavarse las manos, sonarse la nariz y usar el baño de forma independiente.

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