ACCIDENTES INFANTILES
Golpes en la cabeza en niños, ¿sabes qué debes hacer?
No sabemos qué es mejor, que los niños pasen más tiempo en casa o en el parque. Sea de una o de otra manera, los niños no dejan de caerse y llevarse mil golpetazos.
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Los traumatismos en la cabeza siempre preocupan, por lo que hay dentro del cráneo. ¿Sabes cuándo debes preocuparte o qué hacer si tu hijo sufre un golpe de este tipo?
El nombre técnico es traumatismo cráneo-encefálico, ya que el daño en este tipo de golpes puede afectar a la superficie externa (el cráneo) o al encéfalo, un órgano delicado y fundamental. De ahí que el miedo que solemos tener ante cualquier golpe en la cabeza, es el miedo a la posibilidad de un daño cerebral.
Los golpes en la cabeza son muy frecuentes. Se pueden clasificar en leves, moderados y graves. Aunque, por suerte, la mayoría, no revisten gravedad y no tienen consecuencias, no podemos despistarnos, los traumatismos graves existen. Piensa cuando los niños comienzan a caminar la cantidad de veces que se caen al suelo y siempre con la cabeza por delante. Sin miedo, pero sin quitarles ojo.
¿Cuáles son las causas de golpes en la cabeza? Lo más frecuente caídas accidentales: cuidado con dejar a los bebés un segundo solos en el cambiador o en la cama, el día que menos lo esperas aprende a voltearse y cuando te das cuenta ya está en el suelo. Otra causa de traumatismo craneoencefálico, por suerte menos frecuente, son los accidentes de tráfico, por eso es muy importante no olvidar el sistema de retención infantil NUNCA, ni para un trayecto corto. Tampoco olvides el casco cuando tu hijo comience a montar en bici o patín, cualquier caída tonta puede suponer un susto innecesario. Del tacatá ya ni hablamos, tratamos el tema en una ocasión, no hacen que anden antes los niños y sí que son peligrosos si se caen metidos en él. Por último, causas más desagradables como los malos tratos son situaciones muy poco frecuentes.
¿En qué niños debemos llevar más cuidado?
Como es normal, en los más chiquitines. En los menores de un año son más vulnerables a que, como consecuencia del golpe, haya lesiones cerebrales. A esto añádele la dificultad de que no hablan, así que no nos podrán contar porqué lloran o cómo ha ocurrido.
También mucho ojo en niños de riesgo, como aquellos con problemas de coagulación, como los hemofílicos, o si el niño ha sido operado de algún problema de la cabeza. Quizás en todos estos niños siempre sería recomendables que fuesen revisados por un médico.
Lo más importante, ¿qué signos te deben alarmar y por los que deberíais consultar tras un golpe en la cabeza?
1. Vómitos persistentes.
2. Pérdida de conocimiento.
3. Que el niño esté muy somnoliento tras el golpe, fuera de lo normal de si ocurre por la noche o a la hora de la siesta.
4. Si se queja de visión borrosa.
5. Dolor de cabeza intenso, que va a más o que no se pasa con la analgesia habitual.
6. Si el niño está muy irritable.
7. Pérdida de memoria sobre qué paso antes o después del golpe.
8. Si notas cosas raras en tu hijo, por ejemplo en el habla, movimientos o marcha raros o si tiene problemas de coordinación.
9. Hematoma alrededor de los ojos (se conoce como en ojos de mapache) o de tamaño muy grande. También si al tocar la superficie del cráneo, se hunde la zona de hueso.
10. Salida de sangre o líquido claro por nariz u oídos.
11. Si las pupilas no son del mismo tamaño o no responden con normalidad a la luz.
Ante cualquiera de estos síntomas debes buscar asistencia médica, ya sea en tu centro de salud o en el servicio de urgencias, ya que sospecharemos que puede haber alguna lesión importante.
¿Qué puedes hacer tú en casa si tu hijo se ha dado un golpe en la cabeza?
Por suerte, la mayoría de veces no le veremos más que un chichón. Un hematoma más o menos aparatoso, pero no pasará de ahí. Un poquito de hielo y listo. Aprovechamos para recordarte que los sticks de árnica no valen para nada. Si hay algún rasguño o alguna herida, puedes curarlo con lo que tengas en casa en el botiquín.
Si tu hijo está perfecto, responde con normalidad a lo que le preguntas y vuelve a jugar, tranquilidad. Si el golpe no ha sido desde una gran altura ni es un bebé pequeño, igual no hay que salir corriendo. Lo importante es vigilarlo, sobre todo en las siguientes 24 horas. ¿Es su hora de dormir? Déjale dormir, despiértalo al menos un par de veces a lo largo de la noche para ver que esté bien. No tengas miedo, aplicando un poco el sentido común y estos signos de alarma que te he indicado sabrás cuándo preocuparte y cuándo no.
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