HAY QUE CUIDARSE
Hábitos que afectan a la fertilidad en hombres y en mujeres
A la hora de buscar un embarazo, hay muchos aspectos de nuestro estilo de vida que podemos cuidar en beneficio de la fertilidad. Como matrona, te cuento lo más importante a tener en cuenta.
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La fertilidad es la capacidad de un ser vivo para reproducirse. Hay muchos factores que influyen en la reproducción y que debemos considerar a la hora de buscar embarazo.
Por un lado, tenemos los factores que no pueden ser modificados, como la edad, la anatomía, la genética o algunas enfermedades crónicas. Pero por otro lado, tenemos los factores que si pueden ser modificados: aquellos que se relacionan con nuestro estilo de vida y nuestros hábitos.
Las investigaciones muestran que el estilo de vida, influye enormemente en nuestro sistema hormonal, y por lo tanto, en nuestra fertilidad.
Cómo mejorar la fertilidad
- Alimentación: lo que comemos, así como unos niveles adecuados de vitaminas y minerales en nuestro organismo, afecta directamente a nuestra fertilidad. Por ejemplo, en la consulta preconcepcional es importante conocer los niveles de vitamina D de la mujer antes de iniciar la búsqueda de embarazo, ya que va a repercutir tanto en la fertilidad como en el desarrollo de la gestación.
La alimentación va a afectar directamente en la ovulación. Priorizar alimentos reales, grasas monoiinsaturadas como el aceite de oliva, proteínas de origen vegetal frente a proteínas de origen animal, o cereales integrales disminuye el riesgo de infertilidad. En el hombre se ha relacionado la dieta rica en folatos y antioxidantes con una mejora en la calidad del semen.
- La obesidad o el bajo peso: por un lado, la obesidad tanto en hombres como en mujeres disminuye en un 18% la capacidad de concepción, ya que provoca una alteración hormonal, alteraciones en la ovulación y en la calidad del semen. Por otro lado, más del 50% de las mujeres con IMC bajo presentan amenorrea, y en el caso de los hombres se relaciona con una disminución en la concentración de espermatozoides.
- El tabaco y el consumo de alcohol: en las mujeres, puede afectar a la función ovárica y alteración hormonal; en el hombre, disminuye la calidad del semen.
- El estrés y las alteraciones en el sueño: la depresión, la ansiedad o la exposición a altos niveles de estrés en nuestra rutina disparan el cortisol y provocan un trastorno hormonal en nuestro organismo. Acudir a terapia en estos casos para gestionar y resolver estas situaciones, se relaciona con una mejora notable en la fertilidad.
- Sedentarismo: el ejercicio físico es un factor protector en la fertilidad, tanto en mujeres como en hombres. Al realizar ejercicio experimentamos un aumento del flujo sanguíneo y oxigenación del organismo. Por otro lado, el ejercicio físico tiene un impacto a nivel psicológico, ayudando a gestionar el estrés y potenciando el bienestar gracias a la producción de endorfinas y dopamina.
- Sustancias tóxicas como pesticidas, microplásticos o disruptores endocrinos: cada vez más estudios están relacionando estos contaminantes con alteraciones en nuestra salud, incluida la fertilidad. Los disruptores endocrinos son sustancias que son capaces de mimetizarse con nuestras hormonas, bloqueando las hormonas reales y sus efectos.
El principal problema es que están muy presentes en nuestro día a día y que tienen un efecto acumulativo en nuestro organismo. Los principales compuestos con un efecto directo en la fertilidad son las dioxinas, bisfenoles, parabenos y ftalatos. Para reducir su exposición, tenemos que prestar especial atención a los productos de cosmética que utilizamos, detergentes, suavizantes y ambientadores, los envases de plástico donde guardamos nuestros alimentos, y los pesticidas.
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