RUPTURA DE PAREJA
¿Te has divorciado o estás en proceso? Claves de una psicóloga para superarlo
El divorcio es un tema candente hoy en día y no por su elevada frecuencia deja de ser doloroso o difícil. Es una época muy complicada tanto legal como emocionalmente porque la relación de pareja con alguien que era para toda la vida se rompe.
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En cada divorcio de pareja existen diferencias individuales como la causa de la ruptura, la forma de llevar a cabo la separación o el histórico de la relación. Pero a pesar de estas diferencias, para todas las personas implicadas es muy importante tener en cuenta que se trata de un cambio vital y que, por tanto, el autocuidado cobra un papel relevante.
Divorcio y autocuidado
Las recomendaciones más relevantes para el autocuidado en un proceso de divorcio son:
- Respetar el proceso de duelo: el divorcio es un duelo porque se produce una ruptura y una pérdida. Dejamos a una persona importante y también un estilo de vida para pasar a otro. Es importante tener en cuenta que el duelo tiene distintas fases y que todas y cada una de ellas son muy importantes.
Los psicólogos son una muy buena ayuda para apoyar y acompañar en ese proceso de duelo. Por ejemplo: fase de negación o de depresión.
- No malinterpretar la tristeza: la tristeza y emociones similares (como la sensación de "echar de menos") son normales en un proceso de duelo. Pero muchas personas las malinterpretan y piensan que si echan de menos o si sienten tristeza es porque es una mala idea el divorcio y realmente quieren estar con esa persona.
Es importante tener en cuenta que esto pasa para que no tomemos decisiones apresuradas al notar que sentimos tristeza y que no la sabemos gestionar. Para aprender a gestionar estas emociones se recomienda acudir al psicólogo. Por ejemplo: sentir tristeza y permitirnos llorar, así como aceptarla y hablar sobre ella.
- Validar las emociones: tal y como es normal que aparezcan emociones como la tristeza, también aparecerán muchas otras. Es fundamental que cuando esto pase no nos juzguemos y aceptemos y validemos lo que sentimos porque es importante y porque nos permitirá también aceptarnos y querernos más a nosotros mismos.
No olvidemos que un proceso de duelo puede herir nuestra autoestima, así que este tipo de actos nos ayudará a repararla. Por ejemplo: sentir tristeza y permitírnosla.
- Búsqueda de apoyo: no tenemos que vivir esta etapa solos, es importante que busquemos apoyo en nuestra familia y amigos y nos sintamos acompañados. Esto nos ayudará a prevenir que comencemos conductas de evitación que sean dañinas para nosotros (consumo de drogas, estupefacientes, alcohol, etc.).
Nuevamente, en este punto se recomienda el apoyo en un profesional de la salud mental. Por ejemplo: hablar más a menudo o ver más a nuestros amigos.
- Nuevo estilo de vida personalizado: es recomendable empezar a proponernos nuevas metas a corto y largo plazo que encajen más con nuestra situación actual. Es un buen momento para reconectar con nuestros gustos y con aficiones y deseos que tuviéramos individuales o de los que nos hayamos distanciado al empezar la relación con la persona de la que nos estamos divorciando.
También es un buen momento para descubrir cosas nuevas. Por ejemplo: clases de algo diferente que no hayamos probado antes y que nos parezca divertido.
- Poner límites: si tenemos hijos o hipoteca con la persona de la que nos estamos divorciando, o tenemos cualquier cosa compartida con esa persona que nos obligue a mantener el contacto es muy importante buscar que el contacto sea siempre el mínimo posible. E incluso si se trata de una relación muy deteriorada, hablar solo a través de nuestro abogado o en compañía de otros.
Lo importante es reducir la comunicación al mínimo. Por ejemplo: evitar llamar a la otra persona por teléfono para comentar algo que no sea necesario.
- Aprender: es importante realizar un proceso de aprendizaje ante una situación como esta. Aprender de nuestros errores y aprender también de los errores de nuestra pareja o de cómo entendemos las relaciones de pareja. ¿Qué harías ahora diferente? ¿qué harías diferente y sin responder desde el rencor o desde el orgullo? Para realizar este trabajo en nuestra identidad, nuevamente se recomienda la terapia.
En conclusión, es importante llevar un estilo de vida en el que cuidemos al máximo nuestro bienestar emocional y nos protejamos cuando nos encontramos ante un proceso de divorcio.
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