MOMENTO DE MÁXIMA FELICIDAD
Helen Lindes, sobre su tercer parto: desde que rompió la bolsa hasta la petición de un espejo para poder verlo todo
Helen Lindes y Rudy Fernández dieron la bienvenida a su tercera hija el pasado 30 de enero y ahora la modelo explica en un vídeo de Instagram su experiencia del parto para compartirla con otras mujeres que van a ser madres.

Publicidad
El pasado 30 de enero, Helen Lindes y Rudy Fernández se convirtieron en padres de familia numerosa con el nacimiento de su tercera hija, Anais. La pequeña nació a las 9:45 h, pesó 3,320 kg y midió 50 cm, tal y como informó la modelo en un post con imágenes de la recién nacida, sus otros dos hijos –Alan y Aura- y su marido.
Desde entonces, Helen ha compartido con sus seguidores varias publicaciones de los primeros días con Anais en casa como, por ejemplo, un vídeo de la evolución de su tripa de embarazada y unas fotos de los primeros paseos por el parque.
Ahora que ya ha pasado un poco más de un mes del nacimiento de Anais, la modelo ha explicado su experiencia del parto para compartirlo con aquellas futuras mamás -a quien les manda "mucho ánimo"- para dar "un poco de calma" por si se encuentran en la misma situación que ella.
La predicción de Helen
Helen cuenta que cuando fue a revisión a hacerse los monitores de la semana 39, le pidió a la ginecóloga una exploración para asegurar que todo iba bien, ya que ella tenía la sensación de que el parto se iba a adelantar: "Yo estaba convencidísima que, siendo el tercero, se me iba a adelantar, pero no tiene por qué". Hecha la revisión, la doctora le recomendó ser "más paciente" y dejar que todo siguiera su "evolución natural", así que volvió a casa.
Pero el augurio que había tenido la modelo unas horas antes, se hizo realidad cuando a la una de la madrugada rompió la bolsa. Relata que notó explotar algo, que salía muchísimo líquido, que no sentía dolor, pero que estaba "muy calmada" porque era la segunda vez que rompía la bolsa. Aunque uno de sus miedos entonces fue que empezaran las contracciones en cualquier momento y no tener tiempo de llegar al hospital.
Una vez al centro médico, le dijeron que todo iba bien, que estaba "fenomenal" y la niña "muy tranquila", así que solo era cuestión de esperar a que las contracciones fueran más intensas. Pero pasadas dos o tres horas, cuenta Helen, decidieron ponerle oxitocina, algo que hizo efecto y al cabo de un rato pidió la epidural.
A partir de aquí, mientras esperaba, la modelo explica que intentó descansar "lo máximo posible" para coger fuerzas para la hora de la verdad. Pasó el rato bebiendo agua y zumos, comiendo fruta y escuchando una playlist "de 4 o 5 horas" que había preparado con sus canciones favoritas: "Aún la sigo escuchando de vez en cuando y recuerdo esos momentos tan especiales", añade emocionada en el vídeo.
El momento del parto
Y por fin llegó el momento en el que había dilatado por completo. Dice Helen que fue "sobre las 9 de la mañana" y que tenía una sensación "un poco extraña" porque "yo sentía muy bien la fuerza de las contracciones, sentía esa presión, pero no sentía ningún tipo de dolor".

Después de unos instantes de mareos y de no encontrar la postura perfecta de empuje, "llegó el momento de coronar" y pidió un espejo delante para ver todo lo que estaba pasando: "Me encanta este tipo de cosas y esto me motivaba porque veía perfectamente la cabeza de mi bebé y, cuanto más empujaba, mejor salía".
Por último, relata que pasó mucho rato con la pequeña encima con un estado de "felicidad máxima" y que la niña ahora está "maravillosa, sanísima y preciosísima". Y termina agradeciendo el trabajo del equipo de ginecología y da la gracias a Rudy por estar "ahí siempre agarrándome de la mano".
Publicidad