DESCUBRIMIENTO MÉDICO

Náuseas y vómitos en el embarazo: descubren el origen y el porqué algunas mujeres tienen y otras no

La mayoría de las mujeres experimentan náuseas y vómitos durante la gestación. Los investigadores descubren que el origen de estos síntomas está en una hormona producida por el feto: la GDF15. Este hallazgo abre la puerta a tratamientos inexistentes hasta la fecha.

Náuseas

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Entre el 70 y 85% de las mujeres sufren náuseas y vómitos durante el proceso de gestación, según un estudio publicado en la revista Obstetrics and Gynecology. Este mismo informe afirma que, de media, una de cada cien mujeres presenta el trastorno hiperemesis gravídica: la manifestación severa de estos malestares que puede causar deshidratación, déficit de nutrientes y pérdida de peso.

La hormona GDF15 producida por el feto sería el origen de todo esto. Así lo han afirmado los investigadores Marlena Ferjzo, Stephen O’Rahilly y su equipo con un estudio publicado ayer en la revista Nature. El informe se basa en el estudio del nivel de GDF15 en mujeres embarazadas durante el primer trimestre de gestación. Los datos recogidos han permitido afirmar que la presencia de esta hormona aumenta durante el inicio del embarazo y que la gravedad de las náuseas y vómitos depende de su proporción.

Unos síntomas poco estudiados a pesar de ser muy comunes entre la población femenina

"Cuando estaba embarazada, enfermé tanto que apenas podía moverme", afirma Marlena Fejzo, la primera firmante del informe. Esta experiencia, vinculada a la hiperemesis gravídica, fue su motivación para empezar a investigar y hallar respuestas: "Al tratar de averiguar por qué, me di cuenta de lo poco que se sabía sobre mi condición, a pesar de que las náuseas en el embarazo son muy comunes". Durante esta búsqueda, Fejzo descubrió una asociación causa-efecto entre la GDF15 y la hiperemesis gravídica. Pero con este informe más reciente van más allá: "Estamos a un paso más cerca de desarrollar tratamientos efectivos para evitar que otras madres pasen por lo que yo y muchas otras mujeres hemos experimentado".

El gran hallazgo que abre la puerta a posibles tratamientos inexistentes hasta la fecha

Los investigadores afirman que la GDF15 puede estar presente en el organismo sin necesidad de embarazo. Teniendo esto en cuenta, exponen que la sensibilidad de la madre a esta hormona depende de si ha estado expuesta previamente a ella. Es decir, una mujer que haya tenido niveles significativos de esta sustancia en sangre será más tolerante a ella. Como es el caso de las pacientes con beta-talasemia, un trastorno sanguíneo hereditario, o las que han estado expuestas a procesos de quimioterapia que precisamente suelen causar náuseas porque elevan la GDF15.

Este hallazgo abre la puerta a desarrollar tratamientos específicos que hasta la fecha no existían. Ya que, según explican los investigadores, un fármaco posiblemente efectivo, que ya se ha testado en ratones, podría ser uno que eleve progresivamente el nivel de GDF15 antes del embarazo para generar tolerancia. Otra solución factible, podría ser un medicamento que bloquee la producción de esta hormona, explican. Aunque ponen en énfasis que para el desarrollo de estos tratamientos debe tenerse en cuenta que estos no tengan consecuencias negativas para el feto.

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