PRIMEROS AUXILIOS
Imprescindibles del botiquín que debes llevar este verano
Prepara un botiquín completo con todo el material para curas, medicamentos y otros útiles necesarios para salir indemne de cualquier imprevisto médico.
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En casa tenemos un armario o un cajón que funciona como botiquín; suele estar lleno de pastillas, jarabes, cremas y alguna que otra caja de medicamentos que nos recetó el médico o nos recomendó el farmacéutico y que nunca acabamos.
Pero en realidad, ¿qué es lo que realmente necesitamos para estar preparados ante un contratiempo? En NovaMás te explicamos cuáles son los imprescindibles para que llenes tu botiquín y te vayas de vacaciones tranquilamente.
Dividiremos el botiquín en tres apartados, destinando un espacio a materiales de cura para desinfectar, taponar y proteger cualquier herida que nos podamos hacer; otro espacio a medicamentos para combatir las afecciones más comunes que nos puedan sorprender, y un tercer apartado con otros, aquellos útiles más socorridos de lo que nos pensamos y esos por si acasos a los que echar mano cuando las cosas se tuercen más de la cuenta.
Materiales de cura
En ningún botiquín deben faltar esos materiales de cura a los que recurrir cuando sufrimos un pequeño accidente y nos ocasiona una laceración o herida que necesita una rápida actuación. Para poner remedio a este tipo de heridas necesitaremos:
- Gasas estériles: imprescindibles para limpiar, desinfectar y proteger una herida abierta.
- Suero fisiológico: apto para limpiar heridas, pero también para hidratar ojos, nariz u oídos en el caso de que sea necesario.
- Yodo: antiséptico que se vierte sobre cualquier herida abierta para quitar posibles elementos externos que la hayan causado -como arena, gravilla, piedras, etcétera- y huir de cualquier posibilidad de infección.
- Tiritas: muy útiles para proteger la piel de ampollas, rozaduras, cortes y seguir haciendo vida normal con la menor incomodidad posible.
- Esparadrapo: imprescindible en el caso de necesitar sujetar un vendaje
- Vendas elásticas: una manera idónea y rápida para reforzar una articulación cuando sufre una luxación leve.
- Tijeras: necesarias para cortar vendas, tiritas, esparadrapo y cualquier otro tejido para llevar a cabo una cura completa.
- Guantes: son imprescindibles para tratar la herida con la mayor sepsis posible, así como para evitar que la persona que hace la cura se contagie por contacto de alguna infección.
- Pinzas: muy útiles en el caso de que sea necesaria la extracción de algún cuerpo extraño de las zonas mucosas, la piel o alguna herida abierta.
Medicación
Independientemente de cuál sea tu destino de vacaciones y tu historial médico, es probable que debas enfrentarte a una serie de imprevistos que requieran algún tipo de medicación para evitar que un síntoma leve vaya a más, por lo que más vale que estés preparado cuando llegue ese momento. Te recomendamos que sí o sí hagas sitio en tu botiquín a:
- Analgésicos: calman o eliminan un dolor agudo, ya sea una cefalea o un dolor muscular causado por un traumatismo. El más común es el paracetamol.
- Antiinflamatorios: disminuyen la inflamación de los tejidos, son muy recurridos en caso de amigdalitis, contracturas musculares y sintomatologías leves del estilo. El más común es el ibuprofeno.
- Antihistamínicos: tratamiento para combatir reacciones alérgicas. Es imprescindible que esté en el botiquín para combatir la alergia desde el primer síntoma antes de que la reacción de nuestro sistema inmune vaya a más y necesitemos un tratamiento más agresivo.
- Antibióticos: fármacos que se consiguen bajo receta médica. Los de amplio espectro pueden combatir una serie de afecciones bacterianas. Se recomienda usar solo en caso de fiebre alta, síntomas evidentes de infección y exclusivamente cuando sea imposible acudir a una visita médica.
- Antidierraicos: la ingesta de este tipo de fármacos -suelen presentarse en comprimidos- se recomienda cuando el cuerpo lleva más de 24h con descomposición y necesita parar el proceso de forma inmediata. Si va acompañado de fiebre alta, lo más seguro es consultar al médico.
- Antiácidos: grajeas masticables o sobres que se disuelven en agua para tomar cuando una comida está siendo demasiado pesada para digerir y provoca acidez y ardor estomacal.
- Pastillas para el mareo: ya sean productos testados de una farmacéutica -como la Biodramina- o remedios tradicionales que puedes encontrar en una herboristería -como gominolas de jengibre- un tratamiento para combatir el mareo es un imprescindible.
Otros imprescindibles
En este cajón de sastre haremos un listado de otros utensilios indispensables que llevar en el botiquín por lo que pueda pasar.
- Termómetro: ya sea eléctrico, de mercurio, de oído o con lector láser o. Controlar la temperatura puede resultar básico en un proceso infeccioso.
- Crema solar: proteger la piel es básico cualquier día del año, pero no está de más incorporarlo al botiquín -preferiblemente de SPF +50- y asegurarnos de que no nos falte.
- Suero oral: compuesto que se administra en casos de posible deshidratación cuando se sufren vómitos o diarreas para compensar la pérdida de líquidos y electrolitos. Se suelen ofrecer en forma de sobres para disolverlos en agua.
- Probióticos: producto a base de organismo vivos que ayuda a recomponer la flora bacteriana del intestino cuando se ha alterado la microbiota intestinal debido a la implantación de un virus o la ingesta de antibióticos.
- Repelentes de mosquitos y bálsamo reparador de picaduras: ser objetivo de las picadas de los mosquitos puede resultar tremendamente incómodo, por ello se recomienda evitarlas con inciensos, velas o pulseras específicas y, en el caso de que aún así suframos alguna picadura, utilizar un bálsamo reparador para luchar contra los picores.
- Pomada antiquemaduras: producto específico para aliviar la quemazón y la posible infección de una quemadura superficial en cualquier parte de nuestro cuerpo.
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