MUCHO CUIDADO
Intoxicación por setas: Síntomas y medidas de prevención
Cada año en España unas 300 personas sufren una intoxicación por setas. Y no, no siempre porque hayan cogido setas tóxicas. Te cuento todo lo que debes saber sobre este rico alimento y su posible peligrosidad.
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Llega el otoño y, pese a las pocas lluvias que hemos tenido, ya nos vamos encontrando ese grupo de alimentos nutritivos, variados… y algunos venenosos.
Se les ha atribuido propiedades como antioxidante, incluso que disminuyen la depresión. Su gran cantidad agua y fibra, bajas calorías, vitaminas como el ergosterol y niacina o minerales como el selenio, y que están buenísimas, hacen que sean de elección en un marco de alimentación saludable. De hecho, hace más de 4.000 años que se conoce el uso culinario de las setas. Incluso la palabra "micología" viene de la palabra griega mykes-mico-hongo.
Qué hay que saber cuando vamos a coger setas
Con esta presentación, ¿cómo no te vas a ir al monte y ponerte morado a setas? Ojito, que igual te pones morado… pero por una intoxicación. Y no tiene por qué haber sido porque sean venenosas.
Sólo conocemos un 5% de las setas que se cree que existen en la Tierra, y eso que tenemos controladas unas 5.000. La mayoría no tienen interés culinario, un 80%, por sabor, por textura… del 20% que queda, un 13% son comestibles y el resto… tóxicas o incluso mortales. Pero es que incluso la misma seta puede sentar mal a una persona y a otra no. ¿Qué brujería es esta?
Las setas son las estructuras reproductoras de muchos hongos, sí, eso es, te estás comiendo las gónadas de reino Funghi. Eso no es tan malo cuando piensas que algunas de estas setas también sirven de… digamos… sumidero del hongo. Así que puede acumular algunos deshechos del hongo y algunos de estos metabolitos secundarios que se forman, pueden sentarnos regular.
Sintomas de una intoxicación por setas
Si después de unas 3 o 6 horas de haber consumido setas sufrimos de dolor abdominal, diarrea, hipersudoración, vértigo… lo mejor es acudir al centro de salud cuanto antes con una muestra (cocinada o no, da igual) de la seta que hemos consumido.
La mayoría de las veces será una gastroenteritis, en ocasiones severa. Lo menos frecuente serán casos más complicados que necesitarán un trasplante urgente de hígado o el desenlace puede ser fatal.
Cómo evitar una intoxicación por setas
Para evitar comer setas tóxicas hay una regla básica: si no estás al 100% seguro, ni la toques. Si vas a recoger setas, hazlo con un verdadero experto, no vale que diga "yo sé mucho de setas, a mí nunca me ha pasado nada". De hecho, la mayoría de intoxicaciones son de personas no expertas que estaban muy seguras.
Aun así, sabiendo que es comestible, no recojas setas que no estén en buen estado, rotas o empapadas de agua. Las que sí recojas, consérvalas en un sitio fresco y consúmelas lo antes posible. Siempre será mejor consumir pocas que darte un atracón, y siempre cocinadas para hacer más fácil su digestión.
Trucos falsos para saber si una seta es tóxica
Cuentan muchos trucos para saber si una seta es tóxica o no… Pero que son falsos, no hay que creerse ninguno de ellos. Por ejemplo:
- Si huele bien o sabe bien, no será tóxica. Esto también pasa con otros alimentos y es falso.
- Si está mordisqueada y no hay animales muertos cerca. A ver, que los animales se pueden morir lejos, ¿eh?
- Si crece sobre madera o en lugares donde pastan animales, no es tóxica. No hay sitios donde decidan crecer unas u otras.
- Si la cueces con ajos y no se ponen negros, no es tóxica. La Amanita phalloides no oscurece los ajos, no te digo más.
- Si pone oscura la plata. Nada que ver.
- Si no tienen anillo, no son tóxicas. Es cierto que la Amanita phalloides tiene anillo, pero hay otras que no lo tienen y sí lo son. O algunas como la Amanita caesarea tiene anillo y sí es comestible.
- Si cambia de color al cortarlo longitudinalmente.
Todo esto es falso, huye en dirección contraria de quien te cuente estos"trucos" porque la micología es un campo fantástico, pero que requiere mucho conocimiento, experiencia y formación. Nada de trucos.
Por suerte, siempre nos quedará ir a nuestra tienda de referencia para disfrutar de unas fantásticas setas comestibles y bien cocinadas. Yo me quedo con esta opción y con el paseo por el bosque, mirando, disfrutando… pero sin tocar nada.
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