Te damos soluciones prácticas
Juanetes en los pies, ¿qué puedes hacer?
Tiene un nombre masculino pero afecta mucho más a las mujeres y además, cada vez más jóvenes. Los juanetes son un agrandamiento de la articulación de la base del dedo gordo del pie (la articulación metatarsofalángica) que se produce al desplazarse el hueso o el tejido de la articulación.
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Esto hace que se genere un bulto de hueso que suele doler (y como además esta articulación soporta gran parte del peso del cuerpo al caminar, puede doler mucho). Como curiosidad te diremos que también pueden darse en el dedo pequeño, los conocidos como “juanetes de sastre”.
O sea, tienes juanetes cuando te percatas de que se te ha desarrollado un bulto firme en el borde externo del pie, en la base del dedo gordo (salvo que hablemos de los del dedo pequeño). Además, notarás enrojecimiento, hinchazón y dolor en esa zona. Los juanetes aparecen tras años de movimiento y por lo tanto, son síntoma del mal desarrollo del pie y están generados por la forma de caminar, la herencia también cuenta en algunos casos, pero sobre todo, el calzado.
Y es que, ay amigas, las mujeres nos solemos fijar mucho en el diseño del zapato y ya menos en cómo nos sienta al pie, sino, ahí están los stilettos para testimoniarlo. Porque es cierto, son preciosos y te estilizan las piernas, ¿pero te has parado a pensar cómo le sientan a tu espalda y a la salud de los pies? Pues eso…
Pero volvamos con los pies: los juanetes son un verdadero problema no solo porque afeen la forma de tu pie, sino sobre todo, porque duelen muchísimo y por lo tanto, entorpecen tu ritmo de vida diario. ¿Qué se puede hacer si aparecen? ¿La única solución es el bisturí? ¿Debes decir adiós definitivamente a los tacones? Hablamos con el preparador físico Daniel Mouriño al respecto, y esto es lo que nos cuenta: “El juanete es una deformación ósea, no se puede reabsorber excepto con cirugía pero es importante cambiar todo lo que ha sido responsable de ese juanete. Básicamente, un calzado inapropiado (en tacón), que trae rigidez en las articulaciones del tobillo, de los dedos, tensión muscular donde no debiera haber… mejorar todo esto va a aliviar el juanete”, comenta.
¿Qué se puede hacer? “Camina descalza el mayor tiempo posible. Ten siempre flexibilizados los pies, moviliza los dedos. Hay algunas posiciones que ayudan: sentarse encima de los empeines apoyando los glúteos en el talón. Talones juntos. También, sentarse encima de los pies. Estando de pie, intentar estar en posición en cuclillas, con los talones tocando el suelo. Estas son las posiciones que yo destacaría”, dice.
También aconseja los separadores interfalángicos de silicona, uso diario, descansando por la noche. “Así, esa musculatura que no tiene muy clara cuál es su correcta función, pueda ser reeducada. Todo esto lo que busca es que nuestro tobillo maneje unos grados de trabajo determinados”, finaliza Mouriño.
Y por supuesto, no elegir los zapatos por los ojos, sino considerando lo que le sienta bien a tu pie. El calzado debe ser amplio, con un tacón entre los 3 y 4 cm en cuña. Mejor no stilettos pero tampoco vayamos al otro extremo: las bailarinas extraplanas ni las chanclas sin sujeción (ya hemos comentado alguna vez que las chanclas no le sientan bien a tu salud). Por utilizarlos esporádicamente no pasa nada, pero como norma, no. También hay algunas suelas que sientan bien, las que tienen forma de balancín, que ayudan al apoyo global del antepie.
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