La ley del hielo: el duro castigo al que no debes someter a tu pareja

¿Crees que tu pareja, a menudo, corta la comunicación contigo? ¿Esta ignorancia te duele y te hace sentir culpable? Si es así, puede que en tu relación se esté produciendo la ley del hielo, una forma de castigo en el que el otro busca el arrepentimiento de su pareja y despertar su sentimiento de culpabilidad a través del silencio.

Esta es una conducta difícil de detectar, ya que se ha normalizado la falta de comunicación en las relaciones afectivas. Por lo tanto, este tipo de maltrato se puede llegar a diluir. Sin embargo, es una práctica agresiva que puede alcanzar la manipulación y el abuso emocional.

Para desmantelar todas las dudas al respecto de la ley del hielo, saber detectarla y gestionarla, en NovaMás hemos hablado con la psicóloga, Silvia Vidal, propietaria de la consulta online, Querida Neurona, y de la cuenta de Instagram @querdianeurona, seguida por 14 mil usuarios.

¿Qué es la ley del hielo?

La psicóloga explica que la ley del hielo es un tipo de conducta cuyo principal objetivo es ignorar al otro: “Es el acto de reducir o suspender la comunicación con la otra persona para castigarle o manipularle, y esperar que pida perdón o corrija su supuesto error.”

Aunque es un tipo de maltrato que se asocia mucho a las relaciones amorosas, también se puede producir en otros espacios, “en el ámbito familiar (de padres a hijos, de hijos a padres, entre hermanos…), en el ámbito laboral y social”, apunta Vidal.

¿Cómo detecto la ley del hielo?

Ahora bien, no todos los silencios o incomunicaciones son una forma de maltrato pasivo. Por esta razón, cuando haya surgido un conflicto en la relación, es importante distinguir a qué responde este distanciamiento.

“Cuando hay una situación complicada y una de las dos partes necesita espacio y tiempo para reflexionar, no es ley del hielo ni es nada perjudicial para la relación, siempre y cuando se comunique esta necesidad”, señala Vidal.

Entonces, “la clave está en diferenciar si se aplica el silencio o reduce la comunicación con un objetivo: castigar, recibir un perdón, hacer daño…”, asegura la experta.

De esta manera, para que no haya malentendidos entre las partes, si sabes de antemano que tienes problemas de gestión emocional que te impiden reaccionar de inmediato ante una discusión, lo mejor es comunicarlo a la otra persona.

En cambio, “si te aplican el silencio tras cada conducta que hagas que a la otra persona no le guste… ¡ojo! Podrían estar aplicando la ley del hielo”, concluye Vidal.

¿A qué responde esta conducta?

Según la propietaria de Querida Neurona, la ley del hielo aparece como una reacción por no estar de acuerdo con alguna conducta que ha hecho el otro. De este modo, aplican el castigo de la no comunicación porque, tal y como explica Vidal, “saben perfectamente que, de esa manera, dañan al otro y consiguen su perdón, o que corrija su supuesto error”.

En este sentido, la psicóloga remarca que “ignorar a una persona para castigarle, es manipulación y puede llegar a ser una forma de abuso emocional”. Además, pone un ejemplo concreto de una situación muy común: “Uno de los miembros de la pareja es muy celoso y cada vez que su pareja sale con sus amigas, deja de hablarle o le habla con monosílabos. De esta manera, la víctima de la manipulación puede acabar asociando que cada vez que sale con sus amigas, su pareja le deja de hablar. Entonces, entiende que es mejor no hacerlo para que su pareja no se enfade y evitar una situación dolorosa e incómoda.”

En ocasiones, la ley del hielo se aplica de forma inconsciente porque el individuo observa que, a través de esta conducta, consigue lo que quiere y la adopta como solución. “En estos casos, la persona que la aplica suele tener mala o nula gestión emocional”, afirma Silvia Vidal.

¿Cómo actúo para protegerme ante la ley del hielo?

La experta en relaciones establece dos fases para defendernos si estamos sufriendo esta situación:“En primer lugar, es importante tomar consciencia de la gravedad de la situación, entender los perjuicios que genera y hablarlo con las personas implicadas. En segundo lugar, intentar aumentar la comunicación y llegar a un consenso para que los conflictos de la relación se puedan solucionar de otra manera que no sea con el silencio y el castigo”.

Además, con el fin de autoprotegernos y que esta conducta no nos afecte tanto a nivel emocional, Silvia Vidal constata que también es importante hacer un trabajo de autoconocimiento y reflexión.

De esta manera, “sabremos detectar que realmente nos está intentando manipular y que espera conseguir algo de nosotros con su silencio”. Asimismo, recomienda consultar siempre con un psicólogo para que valore tu caso personal y te ayude a gestionarlo.

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