VIAJES Y SEXO
¿Te llevas de viaje a tu vibrador? Ahí van unos consejos para evitar sorpresas
Para incluir el vibrador en nuestra maleta es importante saber qué accesorios deben acompañarlo y si es mejor facturarlo o llevarlo de equipaje de mano.
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Puede que este verano no sea el mejor para buscarse amantes de ocasión. Pero eso no quiere decir que no podamos disfrutar de buenas sesiones de sexo durante nuestras vacaciones. Y es que no hay mejor momento que el descanso estival para pasar más tiempo con nuestro vibrador. En nuestro día a día la masturbación puede ser más que un momento de placer, un desahogo. El verano, en cambio, es tiempo de darse a los placeres, también a los que van a pilas o se enchufan a tu USB.
Sin embargo, si es la primera vez que decides viajar con tu vibrador es normal que te asalten algunas dudas. ¿Puedo llevarlo en mi equipaje de mano o es mejor facturarlo? ¿Hay que empaquetarlo de alguna forma especial en la maleta? ¿Mejor llevar las pilas y los cargadores por separado?
El divulgador sexual especialista en juguetería erótica de las tiendas Amantis, Oscar Ferrani, aclara algunas cuestiones básicas para evitar imprevistos.
La duda más habitual es qué pasa si viajamos en avión o en tren y tenemos que pasar un control de seguridad. “Actualmente las compañías de aviación permiten facturar o llevar en equipaje de mano artículos electrónicos con las baterías recargables”, que son las que suelen emplear todos los juguetes eróticos recargables. “Eso sí, si viajas al extranjero conviene enterarse de si es un país con algún tipo de restricción o prohibición a los juguetes o accesorios sexuales, tengan batería, pilas, o no”.
En cualquiera de los dos casos, lo ideal es llevar uno o dos juguetes predilectos y no un arsenal. Sobre todo, por no llamar la atención a causa del exceso de baterías.
“La opción de facturarlos evita la posibilidad de miradas indiscretas con el personal de seguridad, aunque existen cada vez más formas o ergonomías difíciles de reconocer, y otros pueden pasar por simples masajeadores musculares o de rostro”.
Más allá de esta cuestión, es importante saber cómo guardarlos. Si el embalaje original ocupa demasiado, podemos optar por llevar cada juguete en una funda para evitar que se mezclen los materiales con el calor. “En cualquier caso, tengan o no motor o baterías internas, deben ir lo más protegidos del contacto con otros juguetes, con otros cargadores y del resto del contenido de la maleta”.
Otra duda es si vale con llevar el propio vibrador o es necesario contar con sus accesorios. “Igual que viajamos con nuestros jabones más adecuados, conviene recordar el jabón de nuestro juguete”, apunta Ferrani. “Podemos utilizar jabones bactericidas especializados o cualquier jabón lo más natural posible que no contenga perfumes, ni aditivos hidratantes”.
Por último, estaría la cuestión de las baterías. “Los cargadores de nuestros juguetes recargables deben ser tratados como los demás: alejados de la humedad y la luz solar directa”, insiste el experto.
“Si viajas en avión y los facturas, hay que recordar que deben ir protegidos y nunca sueltos en el equipaje, preferiblemente con una funda rígida o textil gruesa y nunca en contacto directo con otro juguete o dispositivo recargable”. Recuerda que casi todas las pilas están permitidas en los aviones, excepto las de petaca o las grandes tipo C, aunque si viajas con muchas, también podrían ponerte pegas.
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