DÍA INTERNACIONAL
Luchando contra los TCA: Conductas que debemos cambiar para evitarlos
En el Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), hablamos con Anna Figuer, responsable de Prevención de TCA y promoción de la salud de la Associació contra l'Anorexia i la Bulimia (ACAB), para saber qué comportamientos debemos cambiar para no incitar a las personas más vulnerables a caer en esta enfermedad.
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Hoy, 30 de octubre, es el Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), una jornada que nos invita a reflexionar sobre las conductas en nuestra sociedad que contribuyen a su prevalencia y, al mismo tiempo, explorar acciones que podríamos emprender para prevenir y abordar estos trastornos.
En NovaMás, conversamos con Anna Figuer, responsable de Prevención de TCA y promoción de la salud de la Associació contra l'Anorexia i la Bulimia (ACAB), para obtener una perspectiva valiosa sobre el tema.
Todo lo que hacemos mal
Cuando se le preguntó sobre las conductas que podríamos cambiar en nuestra sociedad para reducir la incidencia de los TCA, Anna Figuer señaló la importancia de evitar comentarios sobre el aspecto físico de las personas. Opinar sobre si alguien está más guapo o más feo puede contribuir a la presión estética y a la formación de percepciones distorsionadas sobre la imagen corporal. Igualmente, hablar constantemente de "cuerpazos" y admirar figuras específicas puede exacerbar la insatisfacción corporal.
Anna también destacó la relevancia de evitar juzgar, criticar, ridiculizar o infravalorar a una persona con un TCA. En lugar de ello, abogó por mostrar comprensión, empatía y validar las emociones de la persona, reforzando la importancia de pedir ayuda.
"No se deben sentir culpables, porque, igual que no se culpa a un enfermo de cáncer, de TCA tampoco. Los TCA son el cáncer de la autoestima. No se elige pasar por un TCA", subraya.
Factores externos e incontrolables
Por más que nosotros como individuos cambiemos nuestra forma de actuar para luchar contra este tipo de trastornos, la publicidad, los referentes estéticos y el ideal de belleza poco saludable son factores externos que incitan a los TCA y que, lamentablemente, están fuera de nuestro control directo.
Según la experta, las redes sociales, en particular, presentan un desafío significativo, ya que algunos canales promueven consejos perjudiciales y son muy difíciles de controlar. Aunque ha habido esfuerzos para mostrar cuerpos reales en Internet, la tarea para cambiar estas dinámicas es monumental y requiere un compromiso continuo.
Consejos para padres y madres preocupados por los TCA
Para prevenir que los hijos desarrollen TCA, Anna ofreció valiosos consejos a los padres. Subrayó la importancia de no elogiar exclusivamente el físico de sus hijos, sino de reforzar su personalidad, logros y contribuciones, así como lo relevante que es que dentro de la familia no sé le dé demasiado valor al aspecto o al cuerpo de las personas. Los comentarios negativos sobre el cuerpo no deben tener lugar, ni hacia los hijos ni hacia los demás.
Recomendó, además, evitar ser exigentes con la comida y las dietas, ya que los padres son modelos a seguir cruciales. También hizo énfasis en que comer juntos al menos una vez al día es una práctica beneficiosa, proporcionando referentes de comida saludable y la oportunidad de detectar comportamientos preocupantes. De hecho, realizar, como mínimo, una comida en familia al día se ha constatado como factor de protección clave frente a los TCA.
Sin embargo, los TCA no son 100% evitables
Cuando se le preguntó si los TCA son 100% evitables, la respuesta fue clara: no lo son. Los TCA no pueden ser completamente prevenidos, pero la conciencia y la intervención temprana pueden marcar la diferencia.
Qué hacer si le ocurre a una persona de nuestro entorno
Sobre cómo abordar el problema cuando una persona del entorno tiene un TCA, Anna aconsejó evitar hablar abiertamente sobre la sintomatología más evidente de la enfermedad en la fase inicial, sin diagnóstico. En cambio, se debe abordar el sufrimiento y ayudar a la persona a reconocer que algo no está bien en ella, conectar con su dolor, sin señalar directamente el problema con el cuerpo o la comida.
Una vez diagnosticado, el enfoque debe ser comprensivo (no compasivo) y libre de estigmatización. Es de especial importancia tener en cuenta que en el caso de niños y niñas, cuando vuelven al colegio, deben poder decidir si quiere o no explicar lo que les ha pasado; se debe respetar la privacidad de la persona afectada.
No obstante, si los amigos observan que la persona no ha comido, deben alertar a los padres para garantizar un apoyo continuo y poder trabajarlo en el espacio terapéutico.
Para terminar, Anna Figuer envió un mensaje de esperanza a aquellos que están sufriendo un trastorno de la conducta alimentaria: "No están solos y van a salir de esta. Que lo compartan, que busquen ayuda. Que contacten con la asociación".
Es crucial recordar que los TCA no son una elección, y la comprensión y el apoyo son fundamentales en el camino hacia la recuperación.
Si necesitas más información o ayuda, contacta con la ACAB a través de su teléfono (93 454 91 09), mail (consulta@acab.org) o web.
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