CONSEJO
Lugares que jamás deberías limpiar con amoniaco
El amoniaco se está convirtiendo en un elemento más en la limpieza de la casa. Sin embargo, no podemos usarlo a la ligera, puede estropear y agravar el desastre de las manchas y sobre todo es importante no mezclarlo con otros productos de limpieza ya que puede ser peligroso.
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Uno de los productos más habituales durante la limpieza a fondo y que siempre ha sido muy popular en todos los hogares es el amoniaco. Es muy utilizado para sacar brillo a todo tipo de joyas o incluso eliminar el olor a humedad. Sin embargo, haya que recordar que cada vez que lo utilicemos debemos ventilar toda zona que haya sido limpiada y no siempre lo utilizaremos como un limpiador multiusos.
Efectos del amoniaco
El amoniaco se trata de un limpiador muy potente, por lo que en numerosas ocasiones puede dañar y agravar el desastre producido intentando eliminar ciertas manchas. Un ejemplo es sobre madera o suelos de parqué. Si aplicamos este tipo de limpiadores que contienen este elemento puede provocar la desaparición y protección que produce el barniz.
Tampoco podemos utilizarlos sobre superficies y piezas metálicas como los grifos o lo pomos, ya que, al entrar en contacto con este componente, nos solo puede empeorar sus aspectos puede incluso llegar a oxidarse estropeando el material.
¿Y en la ropa que puede pasar debido a su uso excesivo? Es cierto que sobre la ropa puede ser eficaz para eliminar manchas complicadas que se pueden producir y presentar a lo largo día. Sin embargo, un uso excesivo sobre una prenda en concreto puede provocar que se debiliten las distintas fibras y desarrollar círculos amarillos.
Quizás lo más importante es nunca debemos de usar amoniaco puro, ya que estropea todas las superficies en la que lo apliquemos eliminando su brillo y dejará la mayoría de las telas inservibles e inutilizadas.
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