INCONVENIENTES DEL VERANO
¿Es malo beber el agua muy fría?
La ingesta de líquido frío es una se las soluciones más comunes para combatir el calor en verano. Pero puede traerte más problemas que beneficios, ya que puede afectar a tu garganta y digestión y encima puede no quitarte la sensación de sed.
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Con la llegada del calor es importante tener cuidado y mantener una buena hidratación para cuidar nuestra salud. Es esencial consumir suficiente agua diariamente para favorecer las funciones corporales como la digestión, el metabolismo, la eliminación de residuos o el mantenimiento de una temperatura corporal normal. Y la mejor opción siempre ha sido un buen vaso de agua con cubitos de hielo para hidratarse y refrescarse durante el verano.
Es una de las imágenes más comunes durante los meses estivales para combatir el calor. Sin embargo, aunque el agua fría nos quita totalmente la sed, no es una buena opción para nuestra salud. Ni siquiera en verano y con las altas temperaturas. Quizás no lo sabías y, aunque sea lo que más te apetezca para refrescarte, no es una alternativa saludable. Pero, ¿por qué es insano tomar agua fría? Tiene que ver con la temperatura corporal.
Compensar temperaturas
Es importante ser consciente que no es sano consumir agua fría, pero hay ciertos contextos donde se debe tener más en cuenta. Por ejemplo, durante o después de comer. También si sufres dolores de cabeza, migraña o eres una persona con tendencia a estreñirse. Pero, ¿por qué? Esto ocurre porque nuestro cuerpo tiene una temperatura de unos 37 grados de media. Sin embargo, cuando tomamos algún líquido frío, el organismo se pone a trabajar para compensar la diferencia de estas temperaturas.
El cuerpo se pone a trabajar para regular la temperatura corporal, perdiendo agua, y deja de extraer los nutrientes de la alimentación que nos proporcionan energía. De esta manera, si se toma agua fría después de comer, la mucosidad se aumenta y disminuye la función inmunológica. Esta mucosidad nasal se vuelve espesa y dificulta la respiración, por lo que es muy fácil coger un dolor de garganta o resfriado.
Agrava dolencias
Además, es común agravar dolencias como las migrañas o el dolor de cabeza. Los nervios de la espina dorsal sienten la disminución de la temperatura y mandan señales al cerebro para que compensen esta diferencia. Por esta razón sentimos el dolor de cabeza.
También afecta a aquellas personas que sufren acalasia, una enfermedad que dificulta el transcurso de alimentos por el esófago. El agua fría hace pesada la digestión, ya que solidifica las grasas que ingerimos, las cuales quedan adheridas a las paredes interiores de los intestinos, y esto produce estreñimiento.
Los orientales lo tienen claro
Otra de las dolencias más comunes e incómodas es la sensibilidad dental cuando tomamos agua fría o consumimos helados en verano. Son muchos los aspectos negativos del agua fría, los propios orientales tienen claro los perjuicios de su consumo, ya que su tradición obliga a acompañar la comida con té caliente. La medicina ancestral de estas sociedades señalan que la combinación de comida caliente y bebidas frías provoca un desequilibrio poco conveniente para su organismo.
Eso sí, debemos ser conscientes que no todo consumo de agua fría es negativo. También es muy recomendable si se hace durante la práctica de ejercicio, ya que permite que el cuerpo no se sobrecaliente. Además, resulta muy refrescante, aunque solo a corto plazo.
Beneficios del agua caliente
Si, durante la comida, el agua que tomamos es tibia o caliente, ocurre todo lo contrario. Las grasas fluyen fácilmente por el tracto digestivo y favorece a la digestión, al estimular las enzimas que logran que los alimentos se desintegren con más rapidez. También purifica la sangre y mejora el proceso de desintoxicación del organismo a través de la piel, los riñones y el sistema linfático. Además, alivia los calambres.
Otro de los beneficios del agua tibia o caliente es que quita la sensación de sed. No obstante, tiene un cierto riesgo cuando se suda mucho. En definitiva, sea fría, tibia o caliente, lo esencial es consumir aproximadamente entre 2,7 y 3,7 litros de agua.
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