Manchas de grasa en los manteles: ¿Cómo eliminarlas de forma efectiva?

Después de grandes comidas o cenas, los manteles que utilizamos pueden acabar muy sucios, sobre todo cuando se trata de ocasiones especiales. Además, algunas manchas y restos de comida suelen ser muy difíciles de eliminar por completo, por ejemplo, las manchas de grasa. Por mucho que intentemos limpiar los manteles una y otra vez, las marcas de estas manchas no terminan de irse con un simple lavado, algo que afecta a la estética de nuestra mesa a la hora de prepararla. Las propiedades aceitosas de la grasa, hacen que los pigmentos de la tela se deterioren. Esto suele ocurrir cuando tardamos en limpiar los manteles un tiempo, pero si actuamos con rapidez, lograremos eliminar las manchas de manera efectiva. Pero ¿Cómo? Si quieres saberlo, puedes visualizar el vídeo para más detalles, pero en este artículo te los adelantamos.

Cómo eliminar la grasa de los manteles de forma efectiva

Lo primero que debes hacer si tu mantel se mancha de grasa o aceite, es aplicar agua fría sobre la zona afectada lo antes posible. Aunque el agua es muy efectiva, otra opción que puede resultar más rápida es utilizar un cubito de hielo. Con el hielo puedes humedecer la tela y así evitar que el tejido absorba el aceite. Si haces esto, conseguirás que las manchas no queden de forma permanente en el mantel y por tanto podrás eliminarlas rápidamente.

Si se trata de un mantel de un color claro y parece que la mancha persiste, ayúdate de vinagre blanco o bicarbonato de sodio, pues ambos productos cuentan con propiedades blanqueadoras naturales, y deja que actúe unos cuantos minutos.

También puedes utilizar un poco de detergente líquido sobre la mancha de grasa húmeda y después de varios minutos, frotar con delicadeza con las manos o un cepillo de dientes que no utilicemos.

El jabón de lavavajillas y jabón de manos neutro puede ser otra opción, pues es un potente anti grasas. Realizando el mismo ejercicio que con el detergente líquido, podemos acabar con las manchas de grasas más grandes.

Tras esto, evidentemente, tendrás que lavar el mantel para que quede intacto. Puedes hacerlo tanto en la lavadora como a mano.

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