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Manías españolas a la hora de limpiar que nos convierten en el país más limpio
Suelos impolutos, ni una mota de polvo y trucos para dar y regalar. La limpieza es imprescindible en el día a día de los españoles y nuestra cultura hace que algunas manías relacionadas con mantener nuestros hogares limpísimos pasen de generación en generación.
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No sabemos cómo lo harán las personas de otros países, pero esperamos que, al menos, lo hagan tan bien como los españoles. La limpieza forma parte de nuestro día a día, pues siempre intentamos mantener limpias, ordenadas y frescas cada una de las estancias.
El perfeccionismo generalizado ha provocado la creación de mil y una manías -ya intrínsecas- en la limpieza del hogar, algo que probablemente nos convierta en uno de los países que más horas dedica a esta labor.
¿Cómo logramos los españoles mantener impolutos nuestros hogares?
Una rutina de limpieza muy marcada
Como la limpieza es tan importante, no hay español que no dedique un día a la semana a dejar impoluto su hogar. O incluso más de uno. Generalmente, la mayoría lo dejamos para el fin de semana, que es cuando tenemos tiempo, especialmente el sábado por la mañana. Invertimos 2 o 3 horas para dejarlo todo perfecto, aunque el tiempo variará en función de las dimensiones del hogar y de los que participemos en el proceso.
Además, solemos restar horas de sueño para poder levantarnos pronto y conseguir acabar toda la faena con antelación, así que nos gusta, pero no lo queremos alargar. Otra de las cosas que realmente nos fascina es dejarlo todo fetén para que, a la vuelta de vacaciones, solo tengamos que tumbarnos en el sofá.
Armarios ordenados y habitaciones ventiladas
Sentimos especial devoción por el orden, por lo que intentamos que todo esté oculto a la vista, para dar una sensación de amplitud, calma y minimalismo, pues sabemos que los españoles tendemos a almacenarlo todo, incluso los trabajos de parvularios de los peques. Por ello, usamos una gran cantidad de utensilios para almacenar.
Y sin duda, nos encanta mantener frescas y puras cada una de nuestras habitaciones. Gracias al clima mediterráneo, tenemos la suerte de poder abrir las ventanas y no morir congelados, algo que aprovechamos para ventilar a diario las habitaciones y renovar el aire que respiramos.
En la búsqueda del blanco puro
Algo que nos caracteriza es probar y probar hasta dar en el clavo, concretamente combinar mil productos para devolver el blanco puro a esa camiseta o esas deportivas, además de encontrar la solución definitiva a cualquier mancha. Por eso, las clásicas sábanas blancas bordadas que todos tenemos siempre están relucientes y las cortinas brillan con el sol. De hecho, ponemos especial atención a este último ítem, pues en muchos otros países el uso de cortinas es impensable, como tampoco hay presencia de persianas.
La plancha, nuestra fiel aliada
Uno de los mayores debates de la sociedad española es la plancha: o nos encanta o lo detestamos. Pero, a pesar de que muchos odiamos ese momento, preferimos invertir un rato en dejarlo todo tieso antes que salir a la calle con la ropa arrugada, especialmente por nuestra tendencia a llevar camisas. No sabemos ir a ningún lado sin llevarlo todo bien estirado y preferimos cambiar nuestros atuendos por vergüenza.
Bicarbonato, vinagre y limón nunca fallan
En lugar de ir al súper y comprar el producto indicado, tiramos de despensa. Existe un trío maravilloso que nos saca de cualquier apuro, formado por bicarbonato de sodio, vinagre banco y zumo de limón. Con ellos, cualquier suciedad y mancha difícil se puede eliminar, pues destacan especialmente por sus cualidades blanqueantes y desengrasantes. Y claro, lo usamos para limpiar el bidé, una de esas partes del baño que solo nos encontraremos en España.
Trucos de limpieza para todo
Y muchos de los trucos creados te los hemos presentado en el portal. ¿Se pegan los alimentos en la sartén? Lo solucionamos con sal. Si quieres eliminar la cal de la mampara, lo podrás hacer con papel vegetal y puedes usar una vela para dejar impolutos los grifos. ¡A todo le sacamos provecho! Incluso damos una segunda vida a la ropa desgastada y rota, haciendo trapos para eliminar el polvo, otras de nuestras manías más comunes.
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