LACTANCIA MATERNA
Mastitis: Cómo aliviar el dolor sin tomar antibiótico
Durante la lactancia materna, uno de los problemas más frecuentes que podemos encontrar son las mastitis. Son más comunes durante los 3 primeros meses de vida del bebé y muchas veces llevan, de forma errónea, al abandono de la lactancia.
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La mastitis es una inflamación del tejido mamario que puede ocurrir por un acúmulo de leche materna ocasionando una inflamación del tejido, o por una alteración en la microbiota. Pero no siempre mastitis es igual a infección y, por lo tanto, no siempre es necesario un tratamiento antibiótico.
Tipos de mastitis
Podemos encontrarnos con varios tipos de mastitis, que podríamos resumir en mastitis agudas y subagudas.
- La mastitis aguda es la más llamativa y la más fácil de detectar. Es aquella en la que la madre experimenta una sensación de dolor intenso, una zona del pecho enrojecida y dura y, a veces, incluso síntomas gripales como fiebre o malestar general.
- La mastitis subaguda no es tan llamativa como la anterior y por eso a veces pasa más desapercibida, no recibe el tratamiento adecuado y se mantiene en el tiempo, llevando incluso al abandono de la lactancia porque la madre no encuentra una solución. En este tipo de mastitis, la mujer puede sentir dolor durante la toma, pinchazos profundos en el pecho y una sensación de calambres o quemazón.
Como hemos comentado, no siempre una mastitis da lugar a una infección y, por eso, no siempre es necesario un tratamiento antibiótico para solucionarlas.
Cómo prevenir y tratar la mastitis
Es muy importante individualizar cada caso y comenzar por las medidas generales que os explico a continuación:
- Mantener la lactancia materna a demanda es imprescindible para asegurar que el pecho se vacíe y la situación mejore. Tenemos que asegurar que el bebé continúe haciendo todas sus tomas de forma regular. Suspender la lactancia en este momento puede complicar la situación y llevar a la formación de un abceso mamario.
- Minimiza el uso de sacaleches ya que lo ideal es que sea tu bebé el que vacíe el pecho.
- Tomar antiinflamatorios va a ayudarnos a calmar el dolor. Puedes consultar siempre la compatibilidad de cualquier medicamento en la web de e-lactancia.
- Aplicar frío local también puede ayudarnos. Es muy importante no aplicar calor en estos casos, ya que podría favorecer el crecimiento de las bacterias.
- Descansar es de los puntos más difíciles y a la vez más importantes. El cuerpo necesita recuperarse, hidratarse y nutrirse bien. Nada de lo anterior servirá si la mamá no recibe el descanso adecuado.
- Tomar probióticos también puede ayudarnos, pero estos tienen que contener la cepa L. Salivarius o L. Fermentum. Los probióticos nos ayudarán a equilibrar la flora, a mejorar los síntomas e incluso a prevenir que la mastitis pueda aparecer de nuevo.
Si pasadas 24 horas la situación no mejorase, habría que considerar empezar con el tratamiento antibiótico específico para las mastitis. Recuerda siempre que, si te encuentras en alguna de estas situaciones, lo primero que debes hacer es acudir a tu matrona experta en lactancia, para que estudie tu caso y te ayude a encontrar una solución.
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