ENTREVISTA
"Se puede ser feliz sin tener hijos aunque los hayas deseado": Cómo afrontar el no poder ser madre
En NovaMás hemos hablado con Miriam Aguilar, divulgadora y acompañante de mujeres que se enfrentan a la "no maternidad por circunstancias". Mujeres que han anhelado la maternidad, pero por diversas razones, ese proyecto no se ha materializado. Desde su experiencia, Aguilar nos ha explicado los retos a los que se enfrentan y cómo se les puede ayudar para que sean felices.
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En una sociedad donde la maternidad a menudo se presenta como un camino natural y casi obligatorio, muchas mujeres se encuentran enfrentando la realidad de la "no maternidad por circunstancias". Este concepto aborda la realidad de aquellas mujeres que han anhelado la maternidad, pero por diversas razones ese proyecto no se ha materializado. Ya sea debido a la infertilidad o a barreras socioeconómicas y de salud, estas mujeres han tenido que confrontar desafíos individuales y sociales que a menudo permanecen invisibles en nuestra sociedad.
En NovaMás, hemos entrevistado a Miriam Aguilar, una valiente divulgadora y acompañante en este viaje emocional, que, con su propia historia de ocho años de intentos, embarazos perdidos y tratamientos de reproducción asistida, arroja luz sobre este camino poco transitado y desmitifica los estigmas que lo rodean.
Ella nos ha compartido su experiencia única y la manera en que ha transformado su dolor en un faro de apoyo para otras mujeres que transitan por caminos similares.
1. ¿Cómo definirías el concepto de "no maternidad por circunstancias"?
Hablamos de "no maternidad por circunstancias" para referirnos a esa maternidad que se ha deseado y que, por la circunstancia que sea, no se ha realizado. Es decir, somos mujeres que hemos querido tener hijos -algunas lo hemos intentado, otras no- y por diferentes razones no hemos sido madres. Principalmente, por infertilidad o por infertilidad social, que recoge causas socioeconómicas, o también por enfermedades incompatibles con el embarazo, etcétera.
2. ¿Cuál es tu experiencia personal con la no maternidad?
Yo intenté ser madre durante 8 años. Durante ese tiempo, estuve embarazada 4 veces. Fueron embarazos naturales, espontáneos, y todos acabaron en pérdidas gestacionales dentro del primer trimestre de gestación, es decir, antes de las 12 semanas. Al final de mi proceso, en el séptimo año, fue cuando, después de haber pasado por estas 4 pérdidas y 7 años intentando un embarazo que llegara a término, recurrí a la reproducción asistida. Hice un tratamiento del cual obtuvimos 4 embriones y ninguna de las transferencias de cada uno de estos embriones funcionó. Entonces ahí yo, junto a mi pareja, decidí que ya no quería seguir intentándolo; no quería hacer más tratamientos y no quería seguir intentándolo tampoco de forma natural.
3. ¿A qué retos te enfrentaste y cómo los superaste?
Los retos son tanto individuales como a nivel social. Vivir un duelo que socialmente no está aceptado, ni visibilizado. Un duelo que no se nos permite y, además, un duelo superdesconocido, por lo que, a nivel individual, tuve que elaborar este duelo con las herramientas que tenía.
Luego, a nivel social, hay otros retos. Sentir que no encajaba en ningún lugar, porque el resto de personas de mi círculo ya estaban teniendo hijos. Enfrentarme a un montón de preguntas como: "¿Por qué no tienes hijos?", "¿Quieres tener hijos o no?", "¿Para cuándo los hijos?". Toda esta serie de preguntas nos las hacen a las mujeres, sobre todo, porque en todos estos años, a mi pareja, que es hombre, nunca la cuestionaron el hecho de ser o no ser padre.
4. ¿Cómo nació tu proyecto para ayudar a otras mujeres que no consiguen ser madres y cuál es su objetivo?
Empezó de una forma inconsciente, sin ningún objetivo. Yo empecé a visibilizar mi historia cuando tomé la decisión de dejar de intentar tener hijos. Empecé a crear una comunidad de personas, sobre todo de mujeres, en Instagram. Poco a poco, cuando yo también estaba acabando de elaborar mi duelo, inicié un trabajo personal, un proceso de crecimiento personal con la terapia Gestalt.
En enero de 2022, decidí crear mis grupos de acompañamiento, que son dos. Uno está enfocado a mujeres que están intentando ser madres o que tienen dificultades reproductivas. Algunas están en tratamiento de reproducción asistida y otras no. Básicamente, son mujeres que por una razón u otra no están pudiendo ser madres.
Y el otro grupo está orientado a mujeres que ya han tomado la decisión de no seguir intentándolo o que nunca pudieron intentar ser madres o que, por la razón que sea, han llegado a la no maternidad, pero con el nexo de haber deseado ser madres.
5. ¿Qué aspectos se tratan en estos grupos de acompañamiento?
En estos grupos de acompañamiento lo que pretendemos es dar espacio a eso que les está pasando. Ya sea para las que están intentándolo todavía, como para las que están aceptando que no van a ser madres.
Nosotras les ofrecemos un lugar seguro, donde poder expresar todas esas cosas que, normalmente, no pueden expresarse en otro lugar. No hay espacios en la sociedad donde una mujer pueda compartir lo que le está sucediendo y hablar de lo que le duele y de cómo es el proceso.
En este espacio seguro que ofrecemos, hay aspectos que consideramos muy importantes, como, por ejemplo, que no nos aconsejamos las unas a las otras, sino que cada una hable desde su propia experiencia. Es muy importante en estos procesos sentir que formas parte de un grupo, encontrar iguales donde puedas generar una red en al que apoyarte
6. ¿Qué debería cambiar en la sociedad para que las mujeres que no pueden o no quieren ser madres no se vean tan afectadas psicológicamente?
Debería de dejarse de ejercer tanta presión sobre las mujeres. Por ejemplo, con las preguntas que he mencionado antes. La maternidad o no maternidad debería ser un tema privado y socialmente no se debería ver como un tema del que los demás pueden opinar.
Yo también intento lanzar el mensaje de que no estamos obligadas a hacer lo que sea por ser madres. Está bien poner límites, porque, al final, la industria de la reproducción asistida no va a ser quien los ponga. Hay muy pocos médicos que aconsejen parar, habitualmente buscan nuevos tratamientos que ofrecer cada vez que uno no funciona.
Tendríamos que dar un lugar también a la posibilidad de que no todos los procesos de fertilidad acaben en tener hijos. A muchas mujeres les ayuda leer historias de mujeres que no han sido madres y son felices. Si la infertilidad es tabú, acabar un proceso sin un hijo aún lo es más. Psicológicamente, es muy pesado, además de estar viviendo este proceso, cargar con el peso de conseguir ser madre al final. Eso no siempre es posible por muchas circunstancias, más allá de las personales.
7. Para terminar: ¿Qué consejo le darías a una lectora que esté pasando por un mal momento relacionado con la no maternidad?
Mi consejo es que se escuchen. Cada mujer vive este proceso a su manera; es un error generalizar en estos temas. Cada una tiene que aprender a saber qué es lo que necesita y saber escucharse para saber qué es lo que realmente quiere hacer, porque la presión de fuera, como ya he dicho, es muy fuerte.
Yo les diría que hagan mucha introspección, que se conozcan bien y que no permita que lo que piensen los demás tenga tanto peso. Que sepan que tienen derecho a tomarse un tiempo para pensar cuál es el siguiente paso, o no. Que sepan que siempre la última decisión la tienen ellas y que no tienen que hacer cosas que no quieren hacer o que están en contra de sus valores, porque en estos procesos muchas veces nos saltamos muchas líneas rojas.
También es importante que tengan en cuenta que su proceso es tan valioso como el de cualquier otra. Que le den valor a todo lo que han hecho intentando ser madres y que no se queden solo con el hecho de no haberlo conseguido. Y que, aunque este tipo de duelo sea desconocido por la sociedad, también se puede elaborar y que después se puede tener una vida normal y se puede ser feliz sin tener hijos aunque los hayas deseado.
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