Visita inesperada
Tu niño tiene lombrices, ¿qué puedes hacer?
“No comas dulces, que vas a tener lombrices” es de las frases más típicas de madre y/o abuela. ¿Cuánto hay de cierto en ella? ¿Qué podemos hacer si tenemos en casa este desagradable “visitante”?
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¿Qué son exactamente las lombrices?
Son unos pequeños gusanos, un pequeño parásito cuyo nombre técnico es oxiuros o Enterobius Vermicularis.
¿Cómo las reconocerás?
Debes buscarlos en los márgenes del ano de tu hijo. Las verás como unos pequeños hilitos blancos de coser que se mueven. Los huevos se pueden ver como pequeños puntitos.
¿Por qué? ¿¡Por qué tiene lombrices tu hijo!?
Tranquila, las lombrices son muy democráticas. Son visitantes muy frecuentes de cualquier casa, independientemente del nivel socioeconómico. ¡Cuidado! Una vez que entran en casa podéis caer toda la familia, ya que se contagian fácilmente. ¿Por qué? Al lavar la ropa, las sábanas o las toallas del niño o tocar superficies contaminadas por huevos ya la tenemos liada. Y no te decimos nada si no llevas una higiene de manos adecuada.
Toma nota sobre diferentes FALSOS MITOS sobre las lombrices:
1. No, si a tu hijo le rechinan los dientes de noche no quiere decir que sí o sí tenga lombrices. En muchos niños no se nota nada cuando tienen este parásito. Otros notarán picor de culete, más intenso por la noche, lo que puede hacer que haya problemas de sueño. En las niñas, dado que la vulva está cerca, también pueden tener picor en sus genitales. ¿Y qué hay del famoso rechinar de dientes? Si no hay nada más no tiene relación con las lombrices, se relaciona más con que tu hijo esté nervioso o sufra bruxismo.
2. La frase estrella: “Dile, dile que no coma chuches, que le van a dar lombrices”. Pues sentimos decepcionarte. Te confirmamos que no hay ningún estudio que haya comprobado tal relación. Es un gran mito muy asentado en nuestra sociedad. ¿Los niños deben evitar comer chucherías y alimentos azucarados? ¡Por supuesto! Pero no porque les vayan a salir lombrices, sino por el problema que supone para sus dientes y para su peso. Ya sabes, el azúcar no es saludable.
3. “Para buscar las lombrices hay que hacerlo de noche con una vela”. De verdad, en algunas zonas de España es una creencia de años de tradición. No. Las lombrices las puedes buscar varias veces al día a cualquier hora, sobre todo cuando el niño se queje de picor de culete. ¡Y cuidado con el tema de la vela, a ver si vamos a lamentar alguna quemadura!
¿Cómo tratamos las lombrices?
Será tu pediatra o en la farmacia donde te indiquen el tratamiento adecuado. Hay diferentes medicamentos que se pueden usar. El tratamiento es muy efectivo. Pero, ojo, no te extrañes que las lombrices reaparezcan. No es porque los bichos sean resistentes al tratamiento, sino porque las reinfecciones son muy frecuentes. Por eso que importante tratar a toda la familia a la vez, para evitar el contagio del resto de familiares.
¿Qué más cosas nunca debes olvidar si las lombrices visitan a tus hijos?
1. La higiene de manos. Hazle mucho hincapié en que se lave perfectamente las manos tras ir al baño, al volver del parque, antes de comer… Cualquier momento es bueno para lavarse las manos.
2. Mantén las uñas de tus hijos a raya, bien cortadas y limpias.
3. Ojo a la ropa interior, las toallas y la ropa de cama del niño con parásitos: a la lavadora en agua muy caliente, a 60º, separada de la ropa del resto de la familia. Si luego la pasas por la secadora mejor que mejor.
¿Estás embarazada y tu hijo tiene lombrices? ¡Tranquila, que no cunda el pánico!
1. Toma sólo la medicación si tu hijo tiene lombrices y tú sientes molestias. Si tú no te notas nada, keep calm, espera y extrema las medidas de higiene aún más.
2. En caso de que te contagies y tengas síntomas, no sufras. Hay estudios con los antiparasitarios que usan los niños en los que han demostrado seguridad, incluso en el primer trimestre. Así que también tendríamos recursos.
Moraleja: higiene, higiene e higiene. Paciencia, paciencia y paciencia. Es posible que, a lo largo de la infancia de tus hijos, os toque alguna de estas visitas desagradables.
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