Los reyes del invierno
Niños: cómo diferenciar un catarro de una gripe
En ocasiones puedes encontrarte a tus hijos bien cargados de mucosidad y con fiebre. En esta época te puedes plantear: ¿será catarro? ¿será gripe? ¿Cómo podemos diferenciarlos?
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¿Qué es un catarro? El catarro es el rey del invierno en los niños. Aclaremos, el invierno en los niños dura desde septiembre hasta junio, aproximadamente como el curso escolar, ¡y eso con suerte! Algunos niños también se acatarran en verano. Los niños se llaman mocosos porque en sus primeros años de vida los mocos son la norma. En un catarro, básicamente, el niño tendrá la nariz obstruida, moco, mucho moco, con o sin tos, con o sin fiebre y a veces asocia otros síntomas, como dolor de cabeza o garganta.
¿Por qué son tan frecuentes los catarros? No sabemos si llegarán a miles, pero sí que hay varios cientos de virus diferentes que pueden causar catarros, así que paciencia, los catarros son tremendamente frecuentes en los primeros años de vida sobre todo. ¿Cuánto de frecuentes? Pues, un niño sano, de promedio tendrá unos ocho al año. Esto quiere decir que tan normal será que un niño tenga 4 catarros en un año como que otro tenga 16 por temporada.
¿Cuánto dura un catarro? Según los estudios, de media, unos 10 días, aunque la tos puede tardar más en solucionarse, a veces, más de 3 semanas. Así que saca cuentas. Unos 8 al año por unas 3 semanas hasta que se solucione completamente, son unas 24 semanas al año acatarrado (eso con suerte si no es más), encadenando casi uno con otro. Por eso, es frecuente que los padres tengáis la sensación que vuestro hijo se encuentra acatarrado todo el invierno.
¿Podemos prevenir los catarros? Bueno, no es sencillo, pero podemos intentarlo con mucha higiene de manos, usando pañuelos desechables y enseñándole a nuestros hijos a toser sin diseminar sus virus al resto de niños.
¿Qué diferencias hay entre el catarro y la gripe?
No siempre es sencillo diferenciarlos. El virus que causa la gripe se llama virus Influenza, del que hay tres tipos, A, B y C. La gripe C, la menos conocida, es un tipo muchísimo menos frecuente que los otros y causa infecciones leves. Es más frecuente en niños que en adultos y no provoca epidemias.
Los tipos más frecuentes son la A y la B. La gripe suele tener síntomas más intensos y, además, suele aparecer en una época concreta del año, cuando aparece la epidemia de la gripe. En este cuadro, la fiebre suele ser bastante elevada, con escalofríos frecuentes. El niño suele tener mayor afectación del estado general, debilidad, dolores articulares o musculares. Los mocos, la tos también son frecuentes. También aparecen otros síntomas, como el dolor de garganta, de cabeza o abdominal, náuseas, vómitos o diarrea, rechazo del alimento, dolor de oídos o cansancio.
¿Podemos prevenir la gripe? Sí, las mismas normas que pueden valer para los catarros, nos valen para evitar el contagio de gripe. A ello súmale que tenemos disponibles distintas vacunas frente a este virus. En España tenemos distintas vacunas disponibles: unas son trivalentes (llevan dos tipos de virus de gripe A y uno de B) y otras tetravalentes (llevan dos tipos de A y otros 2 del virus B). La vacuna de gripe se puede usar en niños mayores de 6 meses. Aquí puedes consultar en qué niños está indicada.
¿Cómo puedes tratar a tu hijo, sufra catarro o gripe?
Da igual lo que tenga tu hijo, sea catarro o gripe, el tratamiento es el mismo: sintomático. ¿Qué quiere decir esto? No hay un tratamiento curativo, sino que vamos aplacando los síntomas. ¿Para la fiebre o el malestar? Ibuprofeno o paracetamol. ¿Para todo lo demás? Paciencia. Ya sabes que anticatarrales, descongestivos y antitusivos no son medicamentos eficaces y pueden tener efectos secundarios en niños. Hay un refrán que dice que el catarro se cura en siete días sin nada y en una semana con tratamiento. Queda claro, ¿no? Recuerda que el catarro y la gripe son infecciones virales, así que los antibióticos no tienen ninguna utilidad. Los antibióticos sólo son válidos para infecciones bacterianas.
Ánimo, que aún queda mucho invierno por delante.
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