TODO EN ORDEN
La obsesión de Lola Lolita por el blanco: todo lo que ha cambiado en su casa de alquiler
La tiktoker valenciana revela su pasión por el minimalismo, la limpieza, el olor perfecto y un mundo donde el color blanco manda y el caos no tienen cabida en su casa.

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Cuando hablamos de las influencers más destacadas del panorama actual, es imposible no pensar en Lola Moreno Marco, conocida por todos como Lola Lolita. Esta joven valenciana de tan solo 23 años se ha convertido en una de las creadoras de contenido más influyentes de España. Su salto a la fama se produjo a través de la plataforma TikTok, donde comenzó compartiendo vídeos de bailes, retos virales y contenido dinámico que captó rápidamente la atención de millones de usuarios. Hoy en día cuenta con una comunidad de 13,6 millones de seguidores en dicha red social, posicionándose como una de las tiktokers más relevantes del país.
Pero su influencia no se queda solo en TikTok. Lola también ha sabido ganarse un lugar muy importante en otras plataformas como Instagram, donde ya roza los 4,5 millones de seguidores. En esta red social muestra una faceta más personal, cercana y auténtica, lo que le permite conectar más con su audiencia. En sus publicaciones podemos ver desde sesiones de fotos con looks de tendencia, hasta momentos cotidianos de su vida diaria, lo que hace que su comunidad sienta que forman parte de su día a día.
Más allá de los bailes y los trends que suele compartir, Lola Lolita también abre las puertas de su vida privada con naturalidad. En sus redes podemos ver qué come, cómo se entretiene en su tiempo libre, quiénes son sus mascotas e incluso pequeños rincones de su hogar en Madrid, donde actualmente reside. Su piso, que ha mostrado en varias ocasiones, destaca por tener un estilo minimalista, moderno y luminoso, en el que predomina el blanco y el orden absoluto.

En el episodio del pódcast de La Pija y la Quinqui, donde la influencer fue invitada, tuvimos la oportunidad de conocer una faceta más íntima y genuina de Lola Lolita. Más allá de la figura pública que todos conocemos a través de sus redes sociales, en esta conversación reveló algunas de sus manías más personales relacionadas con la limpieza, el orden y su fijación por el color blanco, que predomina en su hogar.
Obsesionada con la limpieza y los buenos olores
Y es que la influencer explica abiertamente que tiene una pequeña obsesión con la limpieza. "Si yo viviese completamente sola, estoy segura de que mi casa parecería una exposición, un museo, porque no toco nada, no muevo nada, lo que ensucio, lo limpio", explica Lola. Ella misma dice que "la aspiradora es una extensión de mi brazo", haciendo referencia a su hábito de limpiar a diario con tal de mantener una sensación de armonía en su espacio.
Para ella, tener un entorno limpio y ordenado es mucho más que una cuestión estética, es también una forma de bienestar. "Si uno tiene su zona de vivencia limpia y ordenada, uno cambia, y se siente un ser humano superior", asegura. Esta necesidad de equilibrio también se extiende al mundo de los olores. En el pódcast detalla los productos que utiliza para conseguir una atmósfera perfecta: "Los olores son superimportantes. Yo tengo un montonazo de velas aromáticas, perfumes textiles, incienso, lámparas catalíticas, difusores de olor… Cuando tu casa está limpia y haces el ritual de olores, es como estar en el paraíso".
Todo al blanco
Pero su obsesión por la armonía visual y sensorial va más allá. En la entrevista, Lola Lolita también confiesa su rechazo creciente hacia el color negro, al punto de querer eliminarlo al completo de su hogar. "Me ha dado por quitar todo lo negro que tengo en mi casa, y ahora lo tengo todo blanco. Yo tenía el microondas negro, la airfryer negra, la cafetera negra, los utensilios de cocina de madera y negro... Pues ahora están todos blancos", cuenta. Afirma que lo necesita todo de colores claros para que le den paz visual.

Actualmente, la creadora de contenido vive en una casa de alquiler en Madrid, donde aún le quedan dos años de contrato. Sin embargo, eso no le ha impedido realizar las notables modificaciones en la vivienda. "He cambiado hasta el suelo. El suelo era negro y lo he puesto todo de madera clarita", comenta. Pero ahí no acaban los cambios, ya que también ha reformado la cocina y el baño, adaptándolos completamente a su estilo.
Aunque admite que "son cambios que no sabe si se pueden hacer", Lola defiende que "ha mejorado la casa". Y ya está pensando en el próximo cambio: "Los interruptores de la casa son negros y quiero cambiarlos a blancos. Es que está todo perfecto y de repente hay un mojón en la pared negro", dejando ver que su obsesión por el blanco aún tiene camino por recorrer.
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