CONSEJOS
Once preliminares muy calientes que avivarán tu vida sexual
Haz borrón y cuenta nueva con el clásico de ‘un poquito de sexo oral y al lío’.
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Algunos hombres perciben la idea de machacarse a fondo en los juegos previos como una pérdida de tiempo. Al fin y al cabo, ellos con cuatro acercamientos insinuantes, ya tienen su erección en la entrepierna. Claro que para las mujeres los preliminares no es que sean necesarios, son una parte del sexo en sí misma: sin ellos no consiguen la excitación adecuada para lubricar lo suficiente, lo que puede generar problemas durante la penetración. De hecho, la falta de los mismos suele ser la desencadenante de que ellas no lleguen al orgasmo. Las molestias y la poca estimulación no ayudan en absoluto para que disfruten de las relaciones. Y, ojo, que para ellos también tienen beneficios tan increíbles como la posibilidad de disfrutar de múltiples orgasmos. Toma nota de alguno de estos 11 preliminares y procura no gastarlos todos en un mismo encuentro.
1. Caldea el ambiente. Desde unos mesajitos previos subidos de tono hasta preparar la escena con unas sábanas de raso, encender unas velas aromáticas, buscar una luz tenue o poner música de fondo que no moleste (la idea es buscar complicidad, no acabar haciendo playback de ‘vuestra canción’), son clásicos que nunca fallan. Especialmente cuando no los haces nunca, que te hemos pillado.
2. Masaje precoital. Nuestro cuerpo está plagado de zonas erógenas más allá de los genitales. Nos excita que nos masajeen cabeza, piernas, espalda, pies… Ayúdate de aceites especiales y prueba a hacer un recorrido desde su cuello hasta los tobillos, amasando sus brazos, muslos, talones… Y por qué no, asegurándote de una higiene previa, relame los dedos de sus pies ¡Entrará en éxtasis!
3. Juegos con la lengua. Que no falten los besos por todo el cuerpo. Pero procura que sean pasionales y excitantes utilizando tu lengua para darle un poco más de empuje. En ocasiones, con un simple beso de tornillo bien dado –cierre de ojos y subida de pierna incluida– podéis poneros a tono mucho más rápido de lo que imaginas.
4. Susurros. Lo mejor: da igual lo que digas a su oído. Ya puedes susurrar un ‘altramuces’ o ‘castañuelas’, lo importante es el tono y el cosquilleo que sentirá por todo el cuerpo cuando el aire de tu boca y tus insinuantes movimientos de labios se aproximen a su oreja.
5. Pónselo en sus narices. En lo que a sexo se refiere, generalmente nos centramos en el tacto y el gusto. Pero el sentido del olfato cobra mucha más importancia de lo que creemos en la excitación de las personas. Para muestra, los resultados de un curioso estudio realizado en la Universidad de Río de Janeiro, que demostraron que las mujeres poseen un 50% más de neuronas en el bulbo olfatorio que los hombres. ¿Esto qué significa? Que trates de perfumarte con, por ejemplo, un aroma de feromonas. Ya verás cómo seguirá tu rastro...
6. Desnuda a tu pareja (o haz un striptease). La confianza deriva muchas veces en que te quites la ropa sin más para entrar en faena. ¡Error! El hecho de deslizar suavemente tus manos por el cuerpo de tu pareja e ir poco a poco quitándole todo, servirá para que tanto el desvestido como el observador se exciten durante este íntimo juego. ¿Y si luego dejas que vea como lo haces tú? Ahí dejamos la idea.
7. Besa sus labios, pero más abajo. Más a menudo de lo que creemos, nos olvidamos de una zona erógena femenina de lo más estimulante, y está ahí al lado del famoso botón del placer, de hecho, lo envuelven. Deberías saber que los labios de la vagina están plagados de terminaciones nerviosas: un simple cosquilleo, una caricia o un beso despertarán sus deseos casi más que si te centras en toquitear su clítoris.
8. Jugar a los médicos. Quizás así de primeras te dé algo de vergüenza, pero asumir roles distintos en la cama e incluso acompañarlos de disfraces para meternos más en el papel, es un juego de lo más interesante. ¿Te dan miedo las inyecciones? Puede que a partir de hoy ya no.
9. Invita a un amigo. Lo sentimos, no estamos hablando de montarnos un trío. Existen una infinidad de modelos de juguetes sexuales que, lejos de hacerte la competencia en la cama, te serán de gran ayuda para, como su propio nombre indica, jugar un poquito antes de entrar en materia.
10. Un baño caliente (nunca mejor dicho). El agua caliente sobre la piel estimula los sentidos y dispara la libido. Bien, no todo el mundo dispone de una súper bañera para llenarla de espuma, poner dos copitas de champán en un lateral y practicar juegos acuáticos con su acompañante. Una ducha juntos, con el vapor y el chorro cayendo sobre vuestras cabezas, pechos y espaldas, también puede resultar de lo más excitante. Recuerda que es un preliminar, pero si se te va de las manos, procura no resbalar. Cuidado: mantener sexo en la ducha puede ser algo peligroso.
11. Sirve la cena en la cama (sobre tu pareja). Una buena cena basada en un menú afrodisíaco siempre es una opción estimulante y deliciosa. ¿Y si en lugar de saborearla en la cama lo haces sobre el cuerpo de tu pareja? Eso sí, mejor obvia los platos demasiado calientes.
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