DESARROLLO CEREBRAL EN JUEGO

Una pediatra sobre el uso de pantallas en menores: "Son muy peligrosas"

La pediatra Nioelia Gilabert pone en sobreaviso a todos los padres y madres advirtiendo que el uso de las pantallas en menores puede ser muy peligroso y afectar a su desarrollo cerebral, a sus capacidades de comunicación, imaginación y autorregulación.

Niños menores de 5 años mirando pantallas

Niños menores de 5 años mirando pantallasFreepik

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Nuestros hijos han nacido en la era de las nuevas tecnologías y pueden ser considerados como auténticos nativos digitales, pero se ha demostrado que una sobreexposición a las pantallas -sobre todo en edades tempranas- supone un preocupante impacto sobre el cerebro inmaduro de los más pequeños.

Mientras nosotros jugábamos en la calle o inventábamos mil juegos para combatir el aburrimiento, nuestros hijos tendrán acceso en cualquier parte a contenido digital que los entretenga y absorba mentalmente.

Los primeros 5 años de vida son vitales en el desarrollo cerebral de los niños. El abuso de las pantallas va a hacer que los niños pierdan oportunidades de comunicación, experimentación, aprendizaje de tareas motoras y el uso de la imaginación, por lo que las autoridades sanitarias ya advierten sobre los peligros de su uso excesivo.

¿Qué efecto tienen las pantallas sobre el cerebro de los niños?

Muchos padres desconocen el efecto perjudicial de las pantallas sobre el desarrollo de los niños y esto hace que muchas veces se utilice como recurso para entretener a los niños en situaciones de estrés o aburrimiento. Si cada vez que el niño interrumpe, se aburre o está enfadado lo enchufamos a una pantalla, le hacemos un flaco favor, ya que le damos la capacidad de autorregularse mediante una herramienta externa. Es decir, ese niño pierde la capacidad de gestionar las emociones desagradables por sí mismo y eso es clave para su desarrollo y gestión emocional.

No es raro ver a niños enganchados a una pantalla en un restaurante, incluso en un parque o mientras están en el carrito sin permitir que se desarrollen las conversaciones, se juegue al aire libre, se disfrute de una comida en familia o se socialice con otros niños lo que resulta esencial para su desarrollo.

Bebé mirando una pantalla en un parque
Bebé mirando una pantalla en un parque | Freepik

Numerosos estudios en los últimos años han puesto la alarma sobre los terribles efectos que las pantallas tienen sobre el cerebro de los niños. Comparando niños en edad preescolar -menores de 5 años- con poca exposición a las pantallas, con niños que abusaban de pantallas desde el año de vida, se ha demostrado que estos últimos presentan:

  • Mayor frecuencia de retraso en el desarrollo (tanto cognitivo como motor).
  • Menor control de los impulsos, reaccionando con agresividad ante estímulos desagradables para ellos.
  • Mayor frecuencia de retraso en el lenguaje.
  • Menor capacidad para la resolución de problemas.
  • Más problemas para sociabilizar con sus iguales.
  • Problemas de atención y concentración (más frecuencia de TDHA).
  • Menor memoria a corto plazo.
  • Más frecuencia de trastornos del sueño.
  • Mayor frecuencia a la obesidad y el sedentarismo.

Madre e hija mirando una pantalla
Madre e hija mirando una pantalla | Fripik

¿Cómo hacer un uso responsable de las nuevas tecnologías con nuestros hijos?

Los progenitores somos los responsables de nuestros hijos e hijas. Debemos garantizar su seguridad en todos los ámbitos, incluyendo el mundo digital. Que sepan utilizar la tecnología mejor que nosotros, puesto que han nacido rodeados de dispositivos, no quita que debamos ponerles límites y les eduquemos para hacer un uso racional, seguro y saludable de los mismos.

Usar las pantallas sin conciencia puede derivar en una adicción y el riesgo es mayor cuanto menor sea la edad. Es por esto que la Sociedad Americana de Pediatría recomienda:

  • No exponer a ningún tipo de pantalla a los menores de 2 años (incluida televisión).
  • Para los niños entre 2 y 5 años, el tiempo máximo de exposición es de 30 minutos.
  • Para niños entre 7 y 12 años, 1 hora máximo al día.
  • Para niños entre 12 y 15 años, 1 hora y media al día como máximo.

Otras recomendaciones para evitar los efectos nocivos de las pantallas sobre la salud mental de nuestros hijos son:

  • Usar las pantallas en zonas comunes (como la sala de estar) nunca en dormitorios, baños o zona de comedor.
  • No usarlos durante la comida para que el niño coma más o antes de dormir.
  • El contenido debe ser supervisado en todo momento por los padres y comentarlo para que la experiencia sea más reflexiva y menos pasiva.
  • Establecer unas normas en cuanto al tiempo de uso que deben ser consensuadas y respetadas por todos los miembros de la familia. Los niños no son capaces aún de autorregularse ni de controlar sus impulsos y debemos marcarles límites.
  • En adolescentes enseñarles contenidos de ciberseguridad, explicarles que no deben contactar con desconocidos ni dar datos personales en ningún momento. No deben hacer ni enviar imágenes o vídeos íntimos, suyos ni de otra persona, ya que esto constituye un delito.

Y recuerda, si sospechas que tu hijo puede tener un problema de adicción a las pantallas porque tiene ataques de ira o cambios bruscos de humor cuando no se puede conectar, empieza a bajar el rendimiento académico o deja de hacer ciertas actividades que antes le gustaban como quedar con sus amigos o estar con la familia pide ayuda porque su salud mental podría estar en juego.

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