SENSIBILIDAD Y MADUREZ
Películas de miedo: ¿A partir de qué edades son recomendables?
Los más pequeños de la casa a menudo sienten curiosidad por contenidos que no son recomendables para su edad. En el caso de las películas de terror, la edad cambia en función de la madurez del pequeño.
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Aunque en general no es recomendable que los niños vean películas de miedo como mínimo hasta los 12 años, todo dependerá de la sensibilidad y nivel madurativo.
Cómo saber si mi hijo puede ver películas de miedo
Existen cuatro puntos importantes a considerar como padres antes de decidir cuándo y cómo permitir que nuestros hijos vean cierto tipo de contenido.
1. Evalúa la madurez emocional de tu hijo
Algunos niños pueden ser más sensibles o asustarse fácilmente, mientras que otros pueden tener una mayor tolerancia emocional. Observa cómo reacciona tu hijo ante situaciones de estrés o suspense, antes de permitir que vea películas de miedo o terror.
2. Considera el contenido y la clasificación de la película
Muchos padres optan por dejar o no dejar ver a sus hijos ciertas películas por el hecho de que ellos les dicen "No me va a dar miedo" o "mis amigos ya la han visto y yo no".
Sin embargo, prestar atención a la clasificación de edad y a las recomendaciones sobre ese contenido de películas es muy importante. La mayoría de las películas de terror tienen clasificaciones específicas que indican la edad adecuada para poder verlas. Además, valoremos leer reseñas y sinopsis que suelen indicar si hay elementos inapropiados para tu hijo.
3. Ve las películas con ellos
Si decides permitir que tu hijo vea películas de terror es importante que le acompañes en ese momento. De esta manera puedes estar presente para responder sus preguntas, calmar temores y discutir los temas tratados en la película. Esto también nos brindará la oportunidad de evaluar cómo se siente tu hijo durante y después de ver la película.
4. Establece límites y tiempo de pantalla adecuados
Establecer límites claros sobre el tiempo de pantalla y el tipo de contenido que tu hijo puede ver es esencial. No es recomendable que los niños pasen demasiado tiempo viendo este tipo de contenido, puesto que puede afectar negativamente su bienestar emocional.
Efectos en el cerebro por la exposición frecuente a pantallas
La exposición a contenidos de miedo o terror en pantallas puede desencadenar respuestas intensas, provocando que estos estímulos activen regiones del cerebro relacionadas con el miedo y la ansiedad, lo que además puede provocar angustia y pesadillas.
El cerebro de los niños es altamente receptivo a la información que día a día recibe, incluyendo los contenidos de miedo. La exposición repetida a estos estímulos puede influir en la formación de asociaciones negativas y afectar altamente el procesamiento de la información.
Esto puede tener implicaciones en la forma en que los niños interpretan, recuerdan y perciben las situaciones y estímulos relacionados con el miedo.
En resumen, establecer límites y equilibrar la exposición a contenidos de miedo, cambiándolos por otro tipo de entretenimiento más apropiado a su edad, permitirá un desarrollo emocional mucho más saludable. Recordemos que cada niño es único y es importante que podamos tomar decisiones informadas basadas en su nivel de madurez y sensibilidad emocional.
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