EMOCIONES

Personas vengativas: Así son psicológicamente

Muchas personas sienten deseos de venganza, no saben controlarlo y acaban vengándose de alguien que les ha hecho daño o no ha actuado como esperaban.

Una mujer habla por teléfono

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El enfado es una emoción básica y es necesaria para protegernos de aquello que nos hace daño. Cuando aparece el rencor vamos un poco más allá porque tenemos sentimientos negativos hacia la persona que ha generado inicialmente enfado en nosotros y no le perdonamos aquello que nos haya hecho. En cambio, cuando aparece la venganza ya no hablamos de emoción, hablamos de acción, es decir, que los sentimientos y pensamientos negativos hacia otra persona los llevamos a la acción.

Características de las personas vengativas

¿Quieres saber qué indica que no cierres un capítulo hasta que te vengas? Estos son los puntos más destacados a tener en cuenta:

  • Duelo no resuelto: Cuando alguien realiza algo que te genera malestar inicialmente puedes sentir emociones como el enfado, sin embargo, el proceso de duelo te va a llevar a la aceptación. Por lo tanto, si sigues queriendo vengarte entonces estamos ante un duelo no resuelto.
  • Falta de herramientas de gestión emocional: En línea con el punto anterior, si no has pasado la fase del enfado y te has quedado ahí, muy probablemente te falten herramientas para gestionar este tipo de emociones.
  • Falta de empatía: Cuando te vengas, estás realizando una conducta negativa hacia otra persona y de forma consciente. Es decir, que estás generando daño de forma intencionada. Puede que, hasta disfrutes de verle sufrir, pero no te sientes una mala persona porque racionalizas lo que estás haciendo.
  • Pensamiento sesgado: Cuando te vengas te pones en un papel de justicier@ que delata una falta de tolerancia, sadismo, gusto por el poder y supremacía ante los demás. Parece que solo lo que tú piensas es lo correcto y que hay una dicotomía entre el "bien" y el "mal". Por tanto, tu pensamiento está sesgado. Esto es muy peligroso porque no hay límites para hacer daño y... ¿cómo ponemos un filtro si estamos justificando el daño que hacemos?.

"Cuando buscamos la venganza como solución, el principal problema que nos vamos a encontrar es que no solucionamos prácticamente nada, ni nuestro propio malestar interior"

Grecia de Jesús, psicóloga sanitaria

  • Fijación con el otro: No te has dado cuenta de que el bienestar lo encontrarás dentro de ti, piensas que sanarás cuando la situación de la otra persona cambie, sin embargo, eso no es así. Las personas vengativas deben fijarse más en sí mismos para potenciar su autoconocimiento y de esta forma obtener lo suficiente para saber lo que quieren y tomar mejores decisiones.
  • Poca capacidad de evolución: El hecho de no olvidar, no pasar página y no procesar el duelo nos lleva a concluir que el aprendizaje sobre la experiencia pasada no se ha producido y por tanto que esa persona no avanza y que es posible que siga sin protegerse en el futuro. Además, este hecho provoca que la inseguridad del que se venga siga aumentando a lo largo de su vida.
  • Victimización: Quedarse en el rol de víctima hace mucho daño porque uno se siente muy pasivo y sin capacidad de reacción, pero cuando nos vengamos de repente somos nosotros los malos y es un círculo que nunca termina. O más bien un triángulo si tenemos en cuenta la dinámica del triángulo dramático, esa dinámica que genera conflictos sin parar.

Para finalizar, cabe destacar que todas las personas solemos comprender con facilidad que alguien quiera herir a otra persona que le ha hecho daño, sin embargo, no lo hacemos porque somos capaces de autorregularnos, controlar nuestros impulsos y superar nuestros duelos.

Cuando buscamos la venganza como solución, el principal problema que nos vamos a encontrar es que no solucionamos prácticamente nada, ni nuestro propio malestar interior.

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