La planta (aspidistra) que sobrevive en zonas con poca luz

Si te gustan las plantas, pero no tienes mano para ellas, te cuesta acordarte de que debes que regarlas y, además, tienes el hándicap de vivir en un piso que no recibe mucha luz natural, en NovaMás te traemos la solución: la planta aspidistra es tu mejor opción.

Te explicamos todo lo que debes saber sobre sus pocos cuidados para que de una vez por todas te decidas a poner un poco de vegetación en ese rincón que hace tanto tiempo anhelas.

Características de la planta

La aspidistra es una planta importada de China, Himalaya y Japón, pero su origen no le ha supuesto problemas para adaptarse al clima mediterráneo, todo lo contrario. En los viveros de nuestro país puedes encontrar gran cantidad de ellas.

Las aspidistras, también conocidas como pilistra, orejas de burro o aspidistra elatior -su nombre científico- tiene mucha salida debido a que no requiere demasiados cuidados y además es petfriendly, por lo que no es tóxica para gatos ni perros, lo que la hace perfecta para aquellas personas que tienes animales domésticos y niños.

Esta planta destaca por su follaje verde intenso, con hojas de gran tamaño. No suele tener flor -aunque es posible que a finales de verano y en otoño aparezcan de vez en cuando unas flores muy pequeñitas que tienen de vida un día-.

La mejor ubicación

La aspidistra puede colocarse tanto en el interior del hogar como en el exterior porque es lo suficientemente fuerte como para soportar los cambios de temperatura sin que se vea afectada. Resiste bien de 3ºC a 21ºC.

Aunque necesita claridad, no requiere demasiada luz natural, por lo que si eliges una parte de la casa más oscura, como puede ser un recibidor o un distribuidor, no sufras. Su follaje espeso alegrará cualquier rincón.

La clave para que luzca en su máximo esplendor es no someterla a exposición solar directa porque las hojas amarillearán y los rayos del sol pueden causarle alguna quemadura. Si eliges una terraza o patio exterior, lo mejor es ubicarla en una zona sombría.

Cuidados necesarios

Requiere poca agua y la capa superficial debe estar seca entre riegos. Con un vaso de agua una vez por semana en verano y cada 15 días en invierno, la aspidistra tiene suficiente. Si te olvidas de regarla ocasionalmente no pasa nada, pero si eres una persona olvidadiza, incorpora un poco de abono en el agua del riego de vez en cuando para aportar mayor nutrición y que las hojas adquieran un mayor tamaño.

Puedes aprovechar el día del riego para limpiar la planta -suele acumular polvo en sus hojas anchas que la deslucen-. Una manera sencilla de hacer las dos cosas en un momento es llevarte la planta a la ducha para rociarla bien con agua templada. Después, si quieres conseguir que sus hojas brillen, puedes pasarle un paño mojado en cerveza.

Repoducción: cómo multiplicarla

Si nuestros invitados se enamoran de nuestra planta y quieren una igual, puedes ofrecerles un esqueje y quedar divinamente. Es muy sencillo obtenerlo. La aspidistra crece mediante rizomas, por lo que solo tienes que extraerla de la maceta y observar con cuidado las raíces de la mata -si están blancas es que todavía están vivas- para, posteriormente, dividirla en secciones y ¡voilà!

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