ANTE LA LEY
¿Problemas con los vecinos? Esto es lo que puedes denunciar (y lo que no)
Te contamos las claves para poder vivir en paz y armonía con aquellos que rodean tus paredes.
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Llegar a casa después de una larga jornada e intentar relajarte con la melodía de un taladro de fondo... no es muy agradable. Hay muchas cosas que no se pueden remediar: los bebés lloran cuando quieren y, cuando se tiene un catarro, hay que toser, pese a quien le pese. Pero existen muchas otras cosas para las que sí hay solución dentro del ámbito jurídico.
Hablar con los vecinos
¿Por qué no empiezas por hablar? Antes de acabar en un juzgado o generar mal rollo en el vecindario, dale una oportunidad a la comunicación para solucionar el problema. Puede que el vecino que tenga la música alta piense que no lo está tanto o que le hayan robado la cuenta al que no ha abonado la cuota del mes de la comunidad. Y si no te atreves por algún motivo, puedes recurrir a las personas con cargo dentro del vecindario.
Aunque no lo creas, resulta fundamental y útil la figura del presidente de la comunidad. Es la persona a la que deberás recurrir si sucede algo y no sabes por dónde salir. De todas formas, tu comunidad también puede optar por contratar a un administrador de fincas, el profesional que se encargará de administrar y asesorar todo aquello relacionado con el bloque de pisos donde vives.
Ley sobre propiedad horizontal
Si lo has probado, pero no ha funcionado, puedes recurrir a la justicia.La Ley sobre propiedad horizontal recoge todo aquello relacionado con los inmuebles y las relaciones entre sus poseedores. Sabemos que no te la vas a aprender de memoria, pero tenerla a mano y entender las ideas más básicas te puede facilitar mucho la convivencia.
Las reglas están para cumplirlas
Si tu vecino pasa por alto los límites establecidos, eso será motivo de denuncia. Depende de cada bloque, pero en general pueden tratarse asuntos relacionados con las zonas comunes. Por ejemplo, ejercer un mal uso de la piscina compartida o la posibilidad de tener mascotas. Es decir, que si decides tener un loro, pero en los estatutos se acordó no aceptar animales, tendrán razón al pedirte que no lo tengas en casa.
El volumen, a un tono adecuado
De entre las cosas más molestas, podemos destacar el ruido. Si nos respaldamos en la Ley de protección sobre contaminación acústica, podremos denunciar a nuestro vecino si el escándalo que realiza durante el día supera los 35 decibelios entre las ocho de la mañana y las diez de la noche. Fuera de estos horarios, no podrá superar los 30 decibelios. En cambio, si el ruido que genera tu vecino se encuentra dentro de lo permitido, vas a tener que aguantarte aunque te resulte molesto lo que escuches.
Madrid y Barcelona se basan en estas regulaciones, pero es importante que sepas que estos datos pueden variar dependiendo del lugar en el que vivas. Evidentemente, este factor también se aplica a la realización de las obras, aunque los niveles permitidos cambian. Así que, si quieres renovar tu salón, vete con cuidado. De ahí la importancia de pedir siempre el permiso de obra en el Ayuntamiento para asegurarte que no tendrás problemas.
Las deudas
El impago es, sin duda, el motivo más incómodo en un vecindario. Aquel que no paga las cuotas de la comunidad o no abona la cantidad correspondiente de una derrama, es un moroso y evidentemente, puede ser llevado ante la justicia.
En el alquiler, si después de intentar mediar no se ha dado solución, el tema derivará en juicio. De todas formas, denunciar a tu vecino puede salir muy caro. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda asegurarnos del inquilino y de su nivel de ingresos antes de arrendar nuestra propiedad o incluso pedirle una paga y señal como garantía de compromiso.
Modificar la fachada
Aunque como propietario tengas el derecho a tunear tu casa, hay que tener en cuenta las limitaciones. Según la Ley sobre propiedad horizontal se pueden modificar los elementos arquitectónicos, instalaciones o servicios siempre que no se altere la seguridad del edificio, tampoco su estructura ni su fachada y nada que perjudique a otros vecinos.
Alterar el exterior de tu comunidad también puede ser motivo de denuncia. Los elementos comunes, tal como indica la misma palabra, deben ser los mismos para todos. Es decir, si quieres añadir un armario en tu cocina, nadie te va a decir nada. Poner un toldo o instalar un aire acondicionado en la terraza, en cambio, puede ser motivo de demanda, si no va acorde con lo que haya decidido la comunidad. Siempre es recomendable asegurarse primero.
Aunque las cuatro paredes de nuestra casa nos aíslen del mundo, debemos recordar que no vivimos solos y cualquier acto puede ser susceptible de molestia para aquellos que nos rodean.
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