CONTAMINACIÓN
Los productos de la cesta de la compra a evitar por contener microplásticos
La miel, la pasta de dientes y los mejillones son algunos de los productos que tendemos a consumir que más microplásticos presentan. El medio ambiente se ve extremadamente afectado por su presencia y, a falta de una conclusión sólida, algunos estudios ya apuntan a implicaciones negativas sobre nuestra salud.
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Las consecuencias de nuestras malas prácticas a la hora de reciclar y del abuso del plástico que realizamos como especie cada vez se hacen más presentes en nuestro ecosistema. Es más, el plástico ha llegado tan lejos que muchos productos que consumimos a diario ya contienen este material.
Los expertos ya estiman que ingerimos una importante cantidad de microplásticos anuales. Según ha constatado un estudio publicado por la revista Exposure & Health, semanalmente comeríamos hasta 5g de microplásticos, algo que se puede equiparar al peso medio de una tarjeta de crédito.
¿Qué productos contienen microplásticos?
La cerveza
No solo el agua embotellada, la cerveza es otra de las bebidas más apreciadas que presenta plástico. La hoja informativa "Microplastics: Focus on Food and Health" presentada por la Comisión Europea en 2017 recoge que la cerveza es uno de los productos en los que más fibras sintéticas de esta índole se pueden encontrar. Es algo a tener en cuenta, ya que España es uno de los países en los que se consume más cerveza, según el portal World Population Review.
La miel
Aunque su origen sea natural, también se ha intoxicado. Algunos estudios han confirmado la presencia de microplásticos en este líquido, pues argumentan que las abejas recolectan polen y néctar con estas fibras y lo llevan a sus colmenas, incorporándolo posteriormente a la miel. De hecho, fue la revista científica Science of the Total Enviroment la que demostró en 2020 que la miel que se recolecta en España también sufre este proceso.
La sal
¿Sabías que solo con agregar sal a tus elaboraciones comes microplásticos? Distintos estudios han constatado la presencia de plástico en la sal de mesa. En España, expertos de la Universidad de Alicante analizaron 21 marcas de sal de mesa de 8 países y encontraron presencia de fibras en cada una de las muestras. A escala internacional, la revista Environmental Science & Technology presentó otro estudio con las mismas conclusiones: todas las muestras contenían plástico, especialmente las producidas en Asia.
La lechuga
De entre los productos que se cultivan en nuestro país, la lechuga es uno de los vegetales que más microplásticos absorbe. Los expertos determinan que la hortaliza puede absorberlos por varias razones: al regarse con agua contaminada, por los microplásticos que hay en el aire o por los plásticos que se usan en los trabajos de campo.
Recientemente, la publicación de un estudio en la revista anteriormente mencionada llevado a cabo por investigadores austriacos, ha constatado que los que salen de los neumáticos son los que más calan en este vegetal.
Productos del mar
Y, sin duda, los alimentos que más microplásticos contienen son aquellos que provienen del mar, pues es este el lugar donde van a parar la mayoría de plásticos que luego son ingeridos por moluscos, crustáceos y pescados. En 2018, la Organización de Consumidores y Usuarios analizó hasta 102 productos marinos y encontró microplásticos en el 71% de las muestras de moluscos y hasta 66% en los crustáceos. Según Greenpeace en 2016, en el canal de la Mancha, el 36,5% del pescado capturado allí contenía este tipo de fibras.
Cosméticos y productos de higiene personal
Cremas hidratantes, exfoliantes, pasta de dientes, maquillaje o incluso determinados champús pueden contener estas partículas. Esto viene dado por la presencia de polietileno, uno de los plásticos más usados en este sector, gracias a su resistencia, flexibilidad y su económico coste. Al ir al supermercado debemos comprobar la composición de estos productos y evitar comparar los que lo contengan, pues probablemente incluyan microplásticos.
Bolsas de té
Algunas de estas bolsas son elaboradas con plásticos, algunos que pueden desprenderse cuando entran en contacto con el agua caliente. La universidad canadiense McGill University detectó una fuerte presencia de estas partículas tras testar distintas bolsas de té. De hecho, una de las conclusiones más sorprendentes fue que al sumergir una bolsita a unos 95º, se liberan más de 11 millones de microplásticos y cerca de 3 millones de nanoplásticos.
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