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Salud y confinamiento

¿Puedes tomar un medicamento si está caducado?

El confinamiento nos ha llevado a ordenar armarios que hacía años que no tocábamos, abrir viejas maletas, rastrear cajones y limpiar en profundidad hasta el último rincón de nuestras casas.

-Toma de pastilla

Toma de pastillaiStock

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En muchos casos, también le ha tocado el turno al botiquín, donde hemos descubierto cajas de medicamentos de nombres enrevesados que ya no recordamos ni quién nos recetó ni para qué los usamos en su día. “Durante estos días se ha disparado la entrega de medicamentos caducados en las farmacias, ya que al ir menos al médico la gente ha tirado del botiquín casero y ha aprovechado para hacer limpieza”, explica Guillermo Martín, farmacéutico y autor del blog Farmacia Enfurecida. “También hay clientes que tiran los medicamentos solo para poder bajar paseando a la farmacia. A estos les digo siempre que no vengan solo para eso”, recuerda el farmacéutico, que invita a los consumidores a tirar siempre los medicamentos en alguno de los puntos de recogida habilitados.

Pero volvamos a la pregunta inicial. Ante un dolor de cabeza inesperado, o de espalda, o un dolor menstrual más fuerte de lo habitual, ¿podemos tomar con seguridad alguno de los medicamentos caducados que tenemos en casa? Solo hay una respuesta y es categórica: no. Sin excepciones de ningún tipo. “Hay que respetar siempre la fecha de caducidad que figura en la caja, no hay salvoconducto posible, ya que la caducidad puede alterar la biodisponibilidad del medicamento, es decir la velocidad con la que este se absorbe”, explica el farmacéutico, que por la seguridad del paciente recomienda no tomar medicamentos caducados ni siquiera unos días, por inocuo que pueda parecer hacerlo. “Las fechas están por algo y hay que respetarlas rigurosamente”.

Pastillas
Pastillas | iStock

Pese a que en el caso de algunos medicamentos, como determinados analgésicos, tomarlos caducados no supone más riesgo que la pérdida de efectividad, lo mejor es no arriesgar en ningún caso y adquirir una caja nueva. Desde la sanidad pública se están expidiendo recetas por teléfono que se remiten directamente vía telemática a las farmacias y pueden adquirirse mostrando la tarjeta sanitaria en el propio establecimiento, de manera que la adquisición de nuevos medicamentos debería ser un proceso sencillo y sin riesgos. En el caso de las personas mayores o colectivos de riesgo, pueden dejar esta tarea en manos de otras personas.

Este nuevo escenario de confinamiento, en que ha bajado drásticamente la asistencia a centros de atención primaria, ha convertido a muchos farmacéuticos en las nuevas personas de referencia para los pacientes. “No solo estamos trabajando más que nunca, sino que además el teléfono no para de sonar, tanto para preguntarnos si nos han llegado ya los guantes o las mascarillas, y así la gente no tiene que bajar, como para hacernos consultas sobre salud cuya respuesta correspondería, en realidad, a un profesional de la Medicina”, señala Martín.

Dadas las circunstancias, la automedicación, ya de por sí extendida entre la población, está más que nunca a la orden del día en las últimas semanas. “El paracetamol es el best seller de la temporada, y mucho más desde que hace unas semanas hubo dudas sobre los efectos del ibuprofeno para tratar el coronavirus. La gente está tirando de paracetamol para cualquier cosa”, explica Martín. En este sentido, el farmacéutico recuerda que es importante entender el uso que se debe dar a este tipo de analgésicos, así como a antiinflamatorios como el ibuprofeno. “Los packs que vendemos en la farmacia tienen una medida pequeña precisamente porque su uso debe ser muy limitado. Es decir, que están pensados para un dolor puntual leve que puede durar unos días y puede tratarse con ellos, pero si este dolor dura más debemos consultar con un especialista”.

Buena parte de la población, sin embargo, está acostumbrada a medicarse sin prescripción médica más de lo que debería, algo que también se percibe en el uso de antibióticos, muy demandados en estas fechas pese a que está prohibido adquirirlos sin receta médica. “Mucha gente no entiende que los antibióticos se deben tomar únicamente bajo prescripción médica y con receta, en las dosis recomendadas y para tratar una infección. No se deben usar para cualquier dolor, aunque mucha gente lo hace. El problema de este abuso de los antibióticos es que puede dar lugar a la creación de bacterias resistentes que podrían transmitirse entre la población, y no hay más que mirar alrededor para constatar cuáles pueden ser los efectos de que esto ocurra”, señala el farmacéutico.

Martín alerta, en este sentido, de la necesidad de “tomarnos en serio los medicamentos”. Tanto en lo que respecta a la fecha de caducidad, con la que debemos ser muy estrictos, como a la hora de usarlos con responsabilidad. “Muchas personas los toman como caramelos, los combinan a voluntad, doblan las dosis… En definitiva, no se los toman en serio”, explica Martín, y concluye: “poco nos pasa”.

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