DEMASIADO CAFÉ
Qué es la alta sensibilidad a la cafeína y cómo saber si la tienes
Si eres de los que con un sorbo de café o Coca-Cola ya apenas puede dormir, puede ser que tengas una alta sensibilidad a la cafeína.
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La cafeína es una sustancia natural que proviene de algunas plantas como los granos de café, las hojas de té, los granos de cacao o las nueces de cola, que se utilizan para hacer cola. Esta sustancia actúa como estimulante en el sistema nervioso central, produciendo un aumento del estado de alerta y la energía. La cafeína energiza el cuerpo imitando un compuesto llamado adenosina.
El tamaño de las moléculas de la cafeína hace que pase fácilmente a través de las membranas que recubren el tracto digestivo, fluyendo rápidamente por nuestro torrente sanguíneo.
Por lo general, las personas pueden tolerar fácilmente una dosis diaria de hasta 400 miligramos de cafeína, aunque alrededor del 10 por ciento de la población se considera hiposensible a la cafeína. Los hombres, debido a que tardan más tiempo en procesar la cafeína, los genes o un bajo consumo de bebidas y alimentos con cafeína, hace que algunas personas se muestren más sensibles a esta sustancia. Estos niveles de sensibilidad pueden fluctuar con un aumento del consumo de la cafeína.
Cómo reacciona el cuerpo a la cafeína
Si no estás seguro si eres hipersensible, estos síntomas te ayudarán a averiguarlo. Si al consumir cafeína experimentas taquicardia, nerviosismo, aumento de la ansiedad o insomnio, probablemente tu cuerpo sea más sensible a ella. El efecto estimulante es muy intenso para estas personas, que tardan más en metabolizar la cafeína.
No tienes que renunciar al café, pero es mejor que tomes cantidades más pequeñas y que no esté muy cargado. Otras opciones pasan por reducir el consumo de café, pasarte al descafeinado o al café con leche.
Puede tratarse de una alergia
También hay algunas personas que no son sensibles a la cafeína, sino que su sistema inmunitario la rechaza porque son alérgicas. En estos casos los síntomas incluyen picazón en la piel, hinchazón de la garganta o de la lengua e incluso dificultad para respirar.
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