TRUCOS POCO FIABLES
¿Por qué no debes usar clara de huevo para tratar una quemadura?
Uno de los remedios caseros para las quemaduras más conocidos es la clara de huevo. Su popularidad se debe al alivio inmediato que proporciona sobre la parte de la piel que se ha quemado, no obstante, los profesionales de la salud no lo recomiendan.
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Entre los remedios caseros que circulan desde hace generaciones, el uso de clara de huevo para tratar quemaduras ocupa un lugar destacado. Se ha ganado fama por proporcionar un alivio inicial y crear una sensación de frescura que parece funcionar de maravilla; en las redes sociales hay infinidad de perfiles que aseguran que funciona.
Sin embargo, lejos de ser una solución mágica, esta práctica puede poner en riesgo tu salud.
¿Qué ocurre si ponemos clara de huevo en una quemadura?
La clara de huevo no es un producto estéril; al contrario, puede ser un caldo de cultivo para bacterias, como la Salmonella. Aplicarla sobre una quemadura —que ya tiene la piel en mal estado— aumenta el riesgo de infección, lo que puede complicar la recuperación y empeorar la lesión.
Además, según indican los expertos en varios blogs de sanidad donde se ha expuesto este método, no existe evidencia científica que respalde su eficacia. Por el contrario, se insiste en evitar el uso de sustancias no estériles para tratar quemaduras.
¿Qué hacer ante una quemadura leve?
Si tienes una quemadura leve, lo más importante es recurrir a cuidados básicos y efectivos que reduzcan el dolor, prevengan infecciones y favorezcan la cicatrización. Estos son los pasos recomendados por MedlinePlus:
1. Limpia la quemadura suavemente con agua y jabón.
2. No rompas las ampollas, puesto que actúan como una barrera natural contra infecciones.
3. Aplica una capa delgada de aloe vera o vaselina.
4. Protege la herida con una gasa estéril antiadherente, evitando apósitos que puedan dejar fibras atrapadas. Y cambia el vendaje diariamente.
5. Alivia el dolor tomando, si lo crees necesario, analgésicos de venta libre como ibuprofeno o paracetamol siguiendo las indicaciones del envase.
Lo que nunca debes hacer
Aparte de la clara de huevo, al tratar quemaduras, debes evitar productos como los aceites o mantequilla, que retienen el calor en la quemadura, empeorando el daño. O las cremas con cortisona, que pueden retrasar la cicatrización.
Aunque algunos remedios caseros pueden parecer inofensivos, es crucial recordar que no están respaldados por estudios científicos y pueden agravar la lesión. Ante cualquier duda, consulta siempre con un profesional de la salud.
Tipos de quemaduras
Cuando una quemadura parece grave, es necesario buscar atención médica de inmediato. ¿Cómo diferenciar los tipos de quemaduras? Se dividen principalmente en dos categorías:
- Quemaduras de primer grado: Estas afectan únicamente la capa más superficial de la piel, llamada epidermis. Suelen ser las menos graves y, aunque pueden resultar incómodas, tienden a sanar rápidamente si se les da el cuidado adecuado. Los signos principales incluyen enrojecimiento, hinchazón leve y dolor. Un ejemplo común es el enrojecimiento que aparece tras una exposición prolongada al sol.
- Quemaduras de segundo grado: Estas son más profundas, afectando tanto la epidermis como parte de la dermis, la capa subyacente de la piel. Las quemaduras de segundo grado suelen ser más dolorosas y vienen acompañadas de ampollas visibles, enrojecimiento intenso e hinchazón significativa. Estas lesiones requieren mayor cuidado, ya que el riesgo de infección es más elevado, especialmente si las ampollas se rompen.
En cualquier caso, si la herida muestra signos de infección (enrojecimiento, hinchazón o pus), da igual lo profunda que parezca, se debe consultar a un profesional sanitario de forma urgente.
Recuerda que tu piel es tu barrera protectora más importante, por lo que debes cuidarla con métodos seguros y efectivos.
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