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Falta de pasión

¿Por qué dejas de besarte apasionadamente cuando llevas tiempo en pareja?

Las parejas se besan con sus amantes y al inicio de la relación, pero con el tiempo los besos se diluyen, lo que también es un síntoma de una disminución de la pasión.

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La primera forma que tenemos de demostrar que una persona nos gusta tras una cita es a través de un beso. No un beso tímido, ni de simple despedida, sino un buen beso, de los que duran un rato e incluyen no solo la lengua, sino también un contacto cuerpo a cuerpo. Así, los besos se convierten en un lenguaje de comunicación básico en la pareja. En un arrebato en la calle, en una forma de iniciar el sexo en las citas, y en una forma de decir te quiero.

Pero con el tiempo, los besos empiezan a ser cortos, tímidos y acaban por ser no un símbolo de pasión, sino casi de rutina. De hecho, según una encuesta realizada por Gleeden, el 88% de las personas afirmaba darse besos apasionados con sus amantes, pero solo el 65% seguía dándose besos con su pareja.

En cuanto a los motivos que llevan a dejar de darse besos en pareja, la encuesta desvelaba que el 41% lo hacía porque ya no hay pasión en su matrimonio, el 22% simplemente decía que los besos habían ido desapareciendo de la relación y el 15%, extrañamente, porque decían que no les gustaban los besos.

Si bien hay muchas formas de comunicarse en pareja, y cada persona tiene sus gustos, lo cierto es que si los besos eran importantes al inicio de la relación, el hecho de que vayan desapareciendo debería hacernos reflexionar. “Los besos son una forma de comunicación, dejar de besarse se convierte en un síntoma”, expone la sexóloga Almudena Ferrer.

Pareja
Pareja | iStock

Más allá de mejorar la comunicación en pareja o de ser una forma de iniciar la seducción o mostrar interés sexual, lo cierto es que los besos tienen múltiples beneficios. “Con un beso liberas oxitocina, dopamina y adrenalina en el torrente sanguíneo. Son una forma sencilla de meterse un chute compartiéndolo con alguien con quien tengas afinidad”, apunta Ferrer.

Otra curiosidad es que los besos también ayudan a afianzar los lazos de la pareja, según la sexóloga. “Los besos nos unen y hacen que nos parezcamos más, desde un punto de vista biológico, a la persona con la que los compartimos. Cuando nos besamos compartimos mucha información, desde nuestro olor, cómo está nuestra salud, el sonido de la respiración, etc. Es una forma de conectarse y de compartir placer”.

De esta forma, la experta insiste en que volver a besarse como al principio de la relación es una forma de volver a conectar a muchos niveles y no solo de forma sexual. Sin embargo, no siempre se sabe cómo volver a recuperar esos besos apasionados.

“Parece que todo lo que tiene que ver con nuestra sexualidad debería ser ‘gratis’ y que no nos debería costar ningún esfuerzo. En realidad una pareja de larga duración requiere consciencia y esfuerzo. Conectarse con la otra persona necesita trabajo aunque vengamos cansados del día y darle importancia a esa relación”, insiste Ferrer.

Así, no se trata de volver a besarse apasionadamente en mitad de la calle, sino de ir buscando momentos de intimidad en casa en los que volver a conectar, y disfrutar del placer de simplemente besarse sin tener que llegar a tener una relación sexual. Muchas veces el motivo de evitar los besos es que se tiende a pensar que van a llevar al sexo, y no siempre apetece, es por ello que entender que los besos pueden ser solo ese momento íntimo, es un buen primer paso.

Buscar momentos para darse un beso largo, como al irse o al llegar a casa como costumbre, o momentos para tener una sesión solo de besos, como el rato después de ver una película, o incluso durante una ducha juntos, son formas de seguir manteniendo vivo nuestro vínculo.

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