UNA "EPIDEMIA" ENTRE LAS MUJERES

¿Por qué las deportistas de élite se lesionan más de las rodillas que los hombres?

La rotura de ligamentos es una "epidemia" dentro del deporte femenino de élite que cada año deja a miles de mujeres sin poder participar en sus respectivas competiciones. Hemos investigado cuáles son los motivos por lo que las mujeres sufren más que los hombres este tipo de lesión de rodilla y cómo podemos prevenirlas o tratarlas.

Lesión de rodilla

Lesión de rodillaPexels

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Después de entrar en el minuto setenta y ocho en el primer partido de España en la Copa del Mundo de Australia y Nueva Zelanda frente a Costa Rica, Alexia Putellas volvió al once titular de la Selección Española Femenina de Fútbol en la victoria por 5 a 0 contra Zambia. Una gran noticia después del calvario que la dos veces ganadora del Balón de Oro pasó con la lesión de gravedad que sufrió durante la concentración del combinado nacional de cara a la Eurocopa de Inglaterra celebrada el pasado mes de agosto de 2022.

La jugadora del Fútbol Club Barcelona se rompía el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda y se despedía de los terrenos de juego durante prácticamente toda la temporada. Una lesión que, lejos de ser un caso aislado, cada año sufren miles de deportistas. En especial en el caso de las mujeres deportistas, quienes protagonizan un número mayor de lesiones de este tipo respecto a los hombres que compiten en deportes de élite. Pero, ¿por qué las rodillas de las mujeres sufren más que las de los hombres?

Alexia Putellas
Alexia Putellas | Gtres

Para conocer las razones de esta "epidemia" entre las deportistas, en NovaMás hemos hablado con Enrique Jordán, graduado en Fisioterapia y un Máster en Fisioterapia de los Deportes de Equipo, quien ejerce en ReSport Clinic, una clínica de traumatología deportiva. Además, ha formado parte del staff técnico del Fútbol Club Levante Las Planas, con quien ha conseguido un ascenso directo a Liga F y, en el segundo año, una meritoria permanencia. De esta forma, es la persona idónea para hablarnos sobre las claves de este problema tan común entre mujeres.

Diferencias fisiológicas entre mujeres y hombres

Debemos comenzar la premisa teniendo en cuenta que las diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres, las cuales pueden afectar a la rodilla y provocar una lesión de gravedad, son siempre generales y pueden variar según la persona, ya que cada cuerpo es un mundo, tal y como se suele decir. Eso sí, nos centraremos en el fútbol como deporte de élite. De esta manera, Enrique Jordán nos señala los cinco puntos más relevantes que provocan que las mujeres sufran mucho más con esta parte de su cuerpo:

  • La composición corporal. Los hombres tienden a tener una mayor cantidad de masa muscular y menos grasa corporal que las mujeres, y esto puede afectar al rendimiento en deportes donde la fuerza y la potencia son primordiales, por lo que la mujer parte no menor ventaja.
  • La capacidad cardiovascular. Las mujeres tienen de promedio el corazón más pequeño y un menor volumen de sangre que puede influir en su capacidad aeróbica y su resistencia. No obstante, tiene mayor eficiencia en el uso de grasas como fuente de energía durante ejercicios aeróbicos de larga duración.
  • Las diferencias hormonales. Quizás uno de los principales factores son las hormonas sexuales. La testosterona en hombres y los estrógenos y la progesterona en mujeres tienen un impacto en el rendimiento deportivo. En el caso de los hombres, contribuye al desarrollo de masa muscular y fuerza que puede beneficiar a la práctica de algunos deportes. Sin embargo, en el caso de las mujeres, las fluctuaciones hormonales en el ciclo menstrual pueden afectar al entrenamiento y rendimiento de las deportistas.
  • La estructura ósea y el riesgo de lesiones. Normalmente, las mujeres suelen tener una mayor movilidad articular y cuentan con ligamentos más laxos que pueden aumentar el riesgo de lesiones como esguinces de rodilla. En esta línea, la diferencia en la estructura ósea puede ayudar a la aparición de algunas lesiones.
  • La temperatura corporal y la sudoración. Los hombres pueden disipar el calor mejor que las mujeres gracias a que generan más calor durante el ejercicio y suelen sudar más.

Desde una perspectiva más enfocada en el deporte y en el fútbol femenino, las diferencias que afectan a la aparición de estas lesiones suelen ser las diferencias anatómicas y biomecánicas, las hormonas, la fuerza muscular asimétrica, el entrenamiento y la preparación física y, por último, las diferencias en el equipamiento deportivo que se utiliza por hombres y mujeres. Y aquí no entra únicamente las instalaciones donde se entrena, también el calzado que utilizamos. Y es que muchas botas parecen estar fabricadas únicamente para hombres.

Deportes de riesgo para tu rodilla

Sí, existen algunos deportes que pueden predispones a las mujeres a sufrir lesiones de rodilla con más frecuencia que los hombres debido a, según Enrique Jordán, "los movimientos y demandas físicas específicas que se involucran en este tipo de actividades".

Lesión de rodilla
Lesión de rodilla | Pexels

Entre los deportes que más riesgo de lesión existen están el fútbol, el baloncesto, el voleibol, el esquí, la gimnasia y el fútbol americano. Todos tienen algo en común, son actividades donde se salta, hay cambios de ritmo y mucho contacto físico que pueden poner en estrés la rodilla. De todas formas, debemos tener en cuenta que la predisposición de las personas a ciertas lesiones puede varias según el individuo y su nivel de condición física.

Prevención y recuperación de las lesiones

Si no hemos sufrido una lesión de gravedad y queremos evitar a toda cosa caer en esta pesadilla, debemos tener en cuenta que la prevención es muy importante. Siempre bajo la supervisión de un fisioterapeuta, debemos realizar movilizaciones activas y pasivas, ejercicios de potenciación muscular o que te ayuden a controlar el equilibro y coordinar ambos lados del cuerpo. También ejercicios de control neuromuscular, los cuales enseñan a caer bien después de un salto para que ciertos movimientos no sean agresivos para las articulaciones.

Sin embargo, si hemos caído en las redes de la epidemia de las roturas de ligamentos, debemos tener en cuenta que una recuperación óptima implica un enfoque integral que cuente con una cirugía exitosa, en los casos necesarios, un programa de rehabilitación bien diseñado y la supervisión continua de un profesional. Aun así, debemos hacer énfasis que las lesiones y los cuerpos son únicos, por lo que las recuperaciones pueden variar según la persona. En esta línea, estos son los puntos y las etapas claves para realizar una correcta y exitosa recuperación:

  • Una evaluación inicial completa. Debe incluir exámenes físicos y prueba de diagnóstico para determinar la gravedad de la lesión y planificar el tratamiento adecuado.
  • Cirugía. Siempre que sea necesaria.
  • Inmovilización y control de la inflamación. Tras la cirugía o la fase inicial de la recuperación, debemos utilizar una férula o soporte, si el especialista lo requiere, para limitar la movilidad de la rodilla, proteger la reconstrucción de ligamento cruzado anterior y reducir la inflamación.
  • Realizar un programa de fisioterapia y rehabilitación. Bajo la supervisión de un fisioterapeuta especializado en lesiones deportivas, debemos recuperar la fuerza, la estabilidad y la funcionalidad. También se añaden ejercicios para mejorar la flexibilidad, el equilibrio, la fuerza muscular y la movilidad.
  • Hacer un trabajo de propiocepción o, también mencionado, entrenamiento cognitivo. Se trata de la capacidad del cuerpo de percibir la posición y movimiento de las articulaciones para mejorar la estabilidad y prevenir futuras lesiones de rodilla.
  • Reentrenamiento deportivo. A medida que la recuperación avanza, debemos incorporar ejercicios específicos para el deporte que se practica en cuestión. Realizar simulacros de movimientos y preparar al deportista para la vuelta a la competición. En el caso de no ser deportista, para el regreso a la rutina diaria.
  • Adaptación gradual. Debemos tener un regreso a la actividad deportiva gradual y controlado para evitar recaídas.
  • Realizar un seguimiento a largo plazo. Tras la rehabilitación, se debe continuar con el seguimiento y el trabajo de prevención de lesiones.
  • Compaginar todo con un trabajo psicológico.
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