EL MOVIMIENTO ES SALUD

¿Qué entendemos por vida activa? En qué consiste y cómo conseguirla

¿Dirías que llevas una vida activa o más bien sedentaria? Si no acabas de decidirte necesitas leer este artículo. En él te explicamos qué se entiende por vida activa, en qué consiste este estilo de vida y si estás decidido a cambiar tus hábitos, te explicamos cómo conseguirlo.

Mujer practicando ejercicio

Mujer practicando ejercicioPexels

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El concepto de vida activa se ha convertido en algo fundamental cuando hablamos de una vida plena y saludable; pero, ¿tenemos claro qué significa realmente? Se trata de un estilo de vida que combina la actividad física, mental y social, orientada a mejorar la calidad de vida en todos sus aspectos.

Practicar alguna actividad física de forma regular -entrenamiento deportivo varias veces al mes o a la semana- permite ganar salud y prevenir enfermedades, lesiones y discapacidades. Un nivel adecuado de actividad física regular en adultos, reduce el riesgo de un gran número de enfermedades crónicas, mejorando la calidad de vida de las personas.

Por el contrario, el sedentarismo -ocupar el tiempo libre a actividades como leer o ver la televisión que no implican ninguna actividad física- es uno de los factores de riesgo junto al tabaquismo, abuso de alcohol y dieta desequilibrada que contribuyen al aumento de enfermedades crónicas y a la disminución del horizonte de años de vida en buena salud.

Cada vez somos personas más activas, según la Encuesta Europea de salud en España que se realizó en el 2020. Un 26,5% de personas de 15 y más años realizaban actividad física regular en su tiempo libre, un porcentaje más elevado que el correspondiente a la misma encuesta del 2017 que proporcionaba un porcentaje de 25,9%. Parece ser que tenemos asumido que el movimiento es salud y que es la mejor manera de ampliar el horizonte de los años de vida, además de mejorar el estado de ánimo, la autopercepción, reducir los niveles de estrés, ansiedad o depresión, y aumentar la motivación hacia la mayor práctica de actividad física.

¿Cómo puedo mantener una vida activa?

1. Pausas activas

El primer paso para comenzar a tener una vida activa es tener pausas activas, esto es, intercalar actividades sedentarias como disfrutar desde la comodidad del sofá de un buen libro con intervalos de ejercicio como estiramientos, cortos paseos o suaves ejercicios.

2. Metas realistas

El siguiente paso es implementar un entrenamiento físico en nuestras rutinas y la mejor manera de hacerlo es estableciendo metas realistas, que sean alcanzables de forma gradual y que celebremos cada uno de los logros.

3. Pequeños cambios

Uno de los primeros retos que podemos fijarnos es reducir el uso del trasporte público o motorizado y desplazarnos a pie o en bicicleta. Si sustituimos los pequeños trayectos en vehículos por paseos y caminatas iremos sumando pasos.

A pesar de que teníamos en mente que para tener una actividad física activa necesitábamos hacer 10.000 pasos al día, la revista European Journal of Preventy Cardiology ha publicado un amplio estudio que confirma que con menos de 5.000 pasos diarios (concretamente, 3.967) se reduce el riesgo de mortalidad prematura por cualquier causa y cada 1.000 pasos más se traducen en un descenso adicional del 15%.

4. Actividades divertidas

No hace falta que nos encerremos entre las cuatro paredes de un gimnasio si este tipo de ejercicio no va con nosotros, de igual modo que no hace falta que vayamos a correr por la montaña o la playa si no es un escenario que nos atraiga.

Debemos elegir una actividad que nos divierta y que nos ayuden a mantenernos activos. Nadar, practicar yoga o incluso bailar son opciones efectivas para mantener nuestro cuerpo en movimiento.

Podemos disfrutar de la soledad de deportes como el ciclismo o la escalda, pero si nos lo pasamos bien practicando deportes de equipo o yendo de excursión en grupo a la naturaleza, también son ejercicios fantásticos.

Deportes de equipo y actividades en grupo: vida social activa

Los deportes de equipo como el fútbol, el baloncesto o el waterpolo, por ejemplo, supone una de las actividades más alentadoras que se pueden practicar para potenciar la vida activa, pues además de entrenar, implica un vínculo con un grupo social que te alienta a continuar practicando la actividad.

Sucede lo mismo con las clases dirigidas -como las clases de danza u otros ejercicios más aeróbicos- y otras actividades de grupo que requieren un guía -como las rutas senderistas-. Practicando este tipo de actividades nos pondremos en forma y, además, interactuaremos con amigos, familiares y participaremos en actividades sociales y comunitarias.

Mantener relaciones sociales significativas es intervenir de manera activa en los diferentes contextos sociales acorde a nuestras necesidades, deseos y capacidades.

Estimulación mental: crucial para mantener una vida activa

Mantener la mente activa implica desafiarla constantemente. Leer, aprender nuevas habilidades o idiomas, resolver acertijos, jugar con rompecabezas, terminar puzzles o practicar actividades creativas son formas de mantener nuestra mente en forma y en constante crecimiento.

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