ASÍ SE TRATA
¿Qué es la escoliosis? El problema de la columna vertebral que suele aparecer en la adolescencia
En este artículo te cuento todo lo que debes saber sobre la escoliosis, un problema de la columna vertebral que suele aparecer en la adolescencia. Cómo se diagnostica, cómo se trata y si existen medidas preventivas.
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La escoliosis es un problema de la columna vertebral que ocasiona una curvatura anormal visible en la espalda de los niños. Suele aparecer en el período de la adolescencia y afecta más a las niñas. Debido a la posibilidad de empeoramiento con el crecimiento y a los importantes efectos estéticos y funcionales que puede ocasionar, se debe hacer una exploración de la columna en todas las revisiones con el pediatra.
¿A qué se debe la escoliosis?
En la mayoría de casos se desconoce la causa de la escoliosis aunque se sabe que tiene una carga genética importante, ya que los niños cuyos padres la padecieron tienen más riesgo de presentarla.
En otras ocasiones más raras la escoliosis puede deberse a malformaciones óseas (problemas en el desarrollo de las vértebras) o neurológicos, como la parálisis cerebral.
La escoliosis idiopática del adolescente tiene una incidencia de un 2-4% entre los 10 y los 16 años y afecta especialmente a adolescentes del sexo femenino (70%). La forma típica de presentación es una niña entrando en la adolescencia con una deformidad de la columna a nivel torácico.
¿Cómo se diagnostica?
La escoliosis normalmente no produce dolor por lo que se debe sospechar mediante la exploración física.
Las deformidades en la columna en los niños deben ser reconocidas por el pediatra lo antes posible debido a que tienden a agravarse con el crecimiento y a que cuando alcanzan un grado severo, el tratamiento suele ser complicado (cirugía).
La evaluación de la columna debe realizarse anualmente en las exploraciones del niño sano y su importancia es máxima en el inicio del período puberal por el crecimiento acelerado que se produce en esta fase.
Para explorar la columna se debe hacer con el paciente de pie, descalzo y con los dos pies completamente apoyados en el suelo, valorando que ambos hombros estén a la misma altura, no haya prominencia de uno de los omóplatos o asimetría en los bordes de la pelvis.
Pero la maniobra definitiva para sospechar una escoliosis es el test de Adams, donde el paciente debe reclinarse hacia delante intentando tocarse los pies sin doblar las rodillas. En esta postura, si existe una escoliosis, veremos una giba (chepa) en uno de los lados de la columna.
Si existe una sospecha de escoliosis, se debe realizar una radiografía completa de columna vertebral para valorar si existe una curvatura real y el grado de severidad de la misma midiendo el ángulo que forma (conocido como ángulo de Cobb). Se habla de escoliosis cuando este ángulo supera los 10º.
¿Cómo se trata la escoliosis?
Hay que tener en cuenta que cuantos más centímetros le queden al niño por crecer y mayor sea el grado de la curva en el momento del diagnóstico, peor será el pronóstico de la escoliosis. Esto va a determinar el tratamiento indicado en cada caso.
La escoliosis puede ser tratada con controles seriados, corsé o cirugía dependiendo del grado de afectación y de su potencial empeoramiento con el tiempo.
La observación seriada estaría indicada en curvas pequeñas (menores de 20º) o con escaso potencial de crecimiento. Se deben realizar controles cada 6 meses para evaluar que la curva no empeora con el crecimiento y precise de otro tratamiento.
El corsé va a intentar frenar la progresión de la curva con el propósito de evitar que empeore y se precise una cirugía, pero no puede corregir la curvatura ya existente. Está indicado en curvas progresivas (mayores de 25º) en niños que todavía están en crecimiento. Su uso está limitado, ya que se debe llevar un mínimo de 18 horas al día y suele existir un rechazo de los adolescentes a llevarlo.
La cirugía se reserva para curvas muy importantes (entre 45-50ª de curvatura) y en pacientes que prácticamente ya han finalizado su crecimiento. Es bastante agresiva puesto que consiste en corregir la deformidad mediante la colocación de dos barras metálicas a ambos lados de la columna. Puede tener muchas complicaciones respiratorias, infecciosas o neurológicas.
¿Se puede prevenir?
No existe evidencia científica de que se pueda frenar la evolución de la escoliosis mediante el ejercicio físico, pero este puede tener beneficios generales sobre la movilidad de la columna aumentando la flexibilidad y la fuerza muscular, el equilibrio y la capacidad aeróbica por lo que puede contribuir positivamente sobre la evolución.
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